En esta comarca costera de Girona (L'Empordà), siempre ha sido tradicional en invierno tomar los sabrosos erizos de mar. Aquí se toman crudos y recién salidos del agua. Es en los meses de Enero, Febrero y Marzo, que el Mediterraneo de estas latitudes nos obsequia con este manjar, tiempo a tras, popular y asequible a todos, pero ahora - Gracias a Dios! - escrupulosamente regulado y fiscalizado, con lo que, si es caro, lo entiendes por su escasez.
Bien, este bar de pueblo que tiene pinta de tener mucha solera en la zona, dispone de este preciado producto que le sirven diariamente en temporada. Nosotros ya hemos acudido tres veces, y si la mar acompaña, tomaremos "garotas" hasta Marzo.
El local tiene una sala nueva acristalada con la maravillosa vista de la playa a 20 metros, además de una coqueta terraza que si no hay aire, es una delicia. Por su privilegiada situación, tengo entendido que en verano hay "bofetadas" por un lugar.
Hoy me he decidido a darle publicidad pues creo que se lo merece, por la calidad del producto y el entorno. Hemos comido docena y media de erizos cada uno y luego a compartir unas "sepietas" ( jibias en castellano, pero de escasamente 5 cm. total) fresquísimas a la plancha con guarnición de ensalada, y una fritura de pescado de roca exquisita. Todo regado con un Chardonais de Sumarroca propuesto, que ya conocíamos, servido al punto. Café de calidad y chupitos( obsequio de la casa). Eramos solo cuatro mesas, pero me ha llamado la atención que dos de ellas, coincidieron con nosotros el viernes pasado, por algo será...
En fin, muy recomendable para quien, como nosotros, disfrutamos con este marisco fresquísimo autóctono.