Bonita... y sabrosa excursión.

En una localidad perdida en la preciosa Sierra del Cuera, en el Mazucu, encontramos este rústico restaurante.

Las instalaciones son modestas, pero cómodas y panorámicas. La estancia principal está como en un alto, acristalada de arriba a abajo por tres de sus lados, con unas formidables vistas al valle que corona el pueblo.

Cocina tradicional asturiana.

Pese a que parece que el protagonismo de la cocina se lo lleva la parrilla, nosotros íbamos a tiro fijo, aconsejados por unos familiares, a por la fabada y el cabrito guisado.

Al ojear la carta, me detuve en un plato que me llamó la atención: Sopa de Hígado. Pregunté que era, me convenció (¡en qué buena hora!) y lo sumamos a la comanda.

Sopa de hígado: impresionante. Esto es sabor. Se trataba de una especie de sopas de ajo y pan, pero muy muy trabadita, picante, con trocitos de hígado. Pese a que las raciones son desmesuradas, no podíamos dejar de comer cucharada tras cucharada. Nos decíamos “dejémoslo ya, que falta la fabada y el cabrito”, pero… era imposible. Esa sopa era adictiva. Nos terminamos la ración.
Fabada asturiana: una señora fabada.
Cabrito guisado: un guisote curioso, quizás algo carente de fuerza detrás de las dos bestias que le habían precedido. La carne tenía una textura sublime, suavecita, desgrasada, tierna… pero quedaba un tanto anodina en las papilas gustativas sobreestimuladas con las que lo afrontamos.

Carta de vinos muy breve y sin mimo alguno en su trato. Pedimos un Ribera del Duero con unos mesecillos de barrica, no recuerdo un nombre, que hizo su papel.

El servicio encantador. Jovial, campechano y rápido.

Una excelente opción para pasar el día si estás por la zona. La carreterita que lleva al Mazucu es espectacular, precioso paisaje, Asturias profunda, pese a que te encuentras a pocos kilómetros de Llanes.

P.D.: nos llevamos a casa dos raciones de Sopa de Hígado para cenar… y nos las comimos sin problemas (bueno, tuvimos ayudarnos de unas botellitas de sidra, porque los picores subían… y no bajaban)

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    lsierrar

    Da gusto siempre encontrase con novedades tan tradicionales como lo de la sopa de hígado. Me pica la curiosidad, desde luego, por probarla.

    Saludos

  2. #2

    G-M.

    en respuesta a lsierrar
    Ver mensaje de lsierrar

    Fuuuuá, una bomba. Pimentón por un tubo, picante, un pan espectacular, el sabor de fondo del hígado y los trocitos por ahí... No tiene nada más, ¿eh? pero ya te digo, adictiva. Era muy muy densa.
    Fíjate qué curioso, cuando compramos las raciones para la cena, nos dijo la cocinera que nada más llegar a casa destapáramos el taper porque si no las cortadas de pan se fermentaban.
    Sabes cuanto valía la ración?: 3,5€ ¡y podían comer cuatro!

  3. #3

    lsierrar

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Joer que me tiro "pa el norte" como sigas así.

    Saludos

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