Es curioso, pero en menos de un mes, he pasado de probar, uno de los mejores arroces que he comido en mi vida, a uno de los peores.
Buen emplazamiento, a pocos metros del único triestrellado de la ciudad, en plena zona turística. El local es nuevo, en un edificio antiguo, han intentado reproducir en la decoración el aire antiguo, sala de pequeñas dimensiones, apenas media docena de mesas, mobiliario tirando a batallero, con cierto diseño, pero batallero, a al entrada dispone de una barra donde poder tapear. Servicio correcto, sólo por aguantar estoicamente las ínfulas de un pobre patán de la mesa de al lado, se merecen todo mi reconocimiento, y es que el escaso espacio, hace que tengas que sufrir compañías y conversaciones indeseables.
Carta de vinos extraña, cara de entrada (alrededor de 8 € de sobreprecio en vinos de 4€), típica con algunos detalles curiosos, como que entre lso tintos ofrezcan VT de Cádiz, y no otras DO más habituales, así como que tengan Oxia o Kripta en la carta, a muy buen precio, por cierto. Ese desequilibrio, junto con la cristalería de arcoroc, pues perjudican bastante. Nos decantamos por un Agustí Torelló Brut Reserva a 18 € (telita también).
Carta cara, de entrada 10€ de unas migas es una barbaridad, lo mismo que 14 por unos huevos rotos, nosotros aprovechamos una primera toma de contacto con los cupones descuento para grupos que ofrecen en diversas webs (groupon, groupalia, letsbonus, offerum, etc.) para probar el arroz con bogavante que ofertaban a mitad de precio (18 € la ración, en nuestro caso 18 € de los dos, ya pagados a través de la web), y que como comento, se supone es una de sus especialidades, y que dejaba bastante que desear, de sabor insulso, elaborado con un bogavante canadiense de unos 400 grs, gambas congeladas (de las ya peladas), un poco de sepia y un par de almejas, pasadíiiiiiiisimo de punto, y que acompañamos de otra de las supuestas especialidades, una ensalada tibia de vieiras (16 €), consistente en un mezclum de súper, con media docena de vieiras congeladas a la plancha, y se acabó, el postre ni nos molestamos, al ofrecer a la mesa de al lado, mousses, sorbetes y helados, optamos por pasar directamente al café. De los que estuvimos, todas las mesa menos una que iba de menú, llevábamos nuestro cupón, no sé las demás, pero yo dudo que vuelva. Se me olvidaba, antes de la ensalada, pedí una croqueta de conejo (1,50 €) que me había llamado la atención al pasar por la barra, normal que la haya olvidado.
Total 60 €, incluyendo los 2,5 € del agua, 2,20 del carajillo y 1,20 de sólo con hielo.
Buenooooo, pues no se me ocurrirá ir si voy por Zirigoza. No saben los restauradores maños con quién se juegan los cuartos estando vosotros ahí.
Con este sí me he despachado agusto. :D
¿Como va lo de la comida veremera?, ¿hay alguna posibilidad de contar con tu presencia?.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.