Otra agradable sorpresa el 2º restaurante que visité en la provincia de Almería. Está situado a muy pocos minutos del aeropuerto, por lo que es una estupenda alternativa si tienes que volar y dispones de algo de tiempo para comer como era mi caso.
Es un restaurante sencillo, en la calle principal del pueblo, pero con una oferta de pescado, expuesto en un aparador a la entrada, excelente: alli hay gambas, navajas, berberechos, rape, merluza, pargo, salmonetes, gallo san pedro y aglunas otras especies que no había visto nunca.
Como íbamos justos de horario comimos en media hora estupendamente: ensalada, jamón, pulpo a la gallega y navajas, todo en raciones abundantes, de sobras para 2.
Pan corriente, servicio muy atento, no tomamos vino.
Menaje normalillo.
Parece el típico sitio conocido por el boca a boca y adonde se va a comer pescado de mucha calidad. Merece la pena ir con más tranquilidad.
La RCP muy buena.