Restaurante Kiosko de las Flores en Sevilla
Restaurante Kiosko de las Flores
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
21 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
6.3
Precio medio entorno ENTORNO
8.0
RCP CALIDAD-PRECIO
5.0
Opiniones de Kiosko de las Flores
OPINIONES
3

Pues tras varias visitas hace años en su antigua ubicación se ha creado una querencia que hace que estando en Sevilla se hace difícil no ir allí y más ahora que tiene una terraza envidiable en su ubicación y vistas.

Tras un paseo por la zona centro, Giralda incluida, apetece senatrse en la terraza más que andar de barra en barra tomando tapas sueltas, sobre todo para los de Levante que no tenemos costumbre de tapear y somos más de raciones y platos sentados.

Sin cambios en el local ni en el sevicio. Dos para comer y poder elegir ubicación al estar casi solos en la amplia terraza. Para beber una cerveza de barril grande y una cocacola de botella de las de tercio.

Al centro y para compartir lo que el camarero nos dejó pedir porque pensó que no podríamos con todo; al final tenía un poco (solo un poco) más de razón pero el ansia de otro tipo de comida te hace pedir en demasía y nos quedamos sin los chanquetes con huevos rotos:
. fritura variada x 2 pax: bien hecha, nada aceitosa, algún rebozado de más, muy amplia ración con un poco de todo. A destacar el cazón y los boquerones.
. tortitas de camarones: buenas, bien de crustáceo, secando en servilleta, grandes y crujientes.

La ración de pan tipo pulguita y casi sin cocer más los picos habituales con el detalle de que no estaban en la factura. ¿Olvido?.
Un buen aceite Eurogourmet casi exclusivo de picual hizo fácil la espera de la fritura.

Para finalizar dos buenos cafés y un rato de charla cortada por inicio de una sorprendente y fina lluvia tan ausente en todo este invierno. Y es que hasta la lluvia en Sevilla es una maravilla, per mejor si no llueve.

Hace ya varios años que este local estaba situado en las mismas escaleras del puente de Triana. Una reforma de la plaza cercana con la construcción de un aparcamiento público subterráneo, obligó a cerra temporalmente y luego trasladarse en la misma calle Betis que arranca de las escaleras aúna situación más cercana al siguiente puente. En el antiguo sitio abre ahora un local de fritura llamado el faro de no sé qué y que me referencian como regulín.

En la nueva ubicación ha perdido el encanto de la freiduría antigua con su terraza superior que en noches de verano era una gozada y sus mesitas pegadas al petril del puente. Por contra ahora tiene una enorme terraza con buenas y mejores vistas hacia la Torre del Oro muy apropiada para hacer fotos pero ojo con el sol que pega con fuerza en los meses cálidos.

Mesas, copas, cubiertos y vajilla propios de una terraza de local playero más que de restaurante. Servicio acorde con este planteamiento.

Cortesía de la casa (o cobrado con el cubierto) unas aceitunas en sosa. Pan correcto. Cervezas en jarras a indicación de que salieran más baratas, por cierto, de la marca que debió pagar el mobiliario de la terraza (San Miguel) y no de Cruz Campo como tocaría en Sevilla..
De opciones de vino blanco, pues un verdejo de la casa y un verdejo de fuera de la casa: Adalivia 2014 muy ligero, fresquito y afrutado. Es decir, para no recordar. Al menos la enfriadora lo mantuvo bien. Servicio inexistente.

Todo al centro a compartir los 14 comensales:
. ortiguillas: interior bien, exterior demasiado crujientes y alguna pasada de fuego que le hace perder sabor a mar. Con patatas paja en la base
. fritura (su especialidad anterior): ración para compartir con anillas de calamar, boquerones, tacos de cazón, gambitas y algún trozo de merluza rebozada. Los pescados lo mejor.
. tortitas de camarones: algo gruesa la pasta, camarones correctos, algo demasiado pesadas por la pasta (y el aceite embebido consiguiente).
. ensaladas: lechuga, tomate y cebolla servidos por zonas en el plato con abundante sal y vinagre y poco aceite

Al final y con algo de lentitud en el servicio no pedimos más y pasamos al postre con algo de dulce al centro. Unos cafés y ningún extra.

Un local que se está quedando solo con clientes extranjeros por su situación y vistas y tomar algo de pescadito con un verdejo fresquito porque no tiene ningún interés culinario.

Típico sitio de raciocinio en la tracicional calle Betis de Sevilla. Cocina basada en pescados y mariscos fritos (pijotas, boquerones, chanquetes, frituras, chocos, huevas, etc.), fuimos ya que nos lo habían recomendado por servir el mejor pescaíto de Sevilla, y nos colamos...

El sitio tienen toda la pinta de un antiguo kiosko de parque reconvertido en un razonablemente cómodo bar/restaurante, tiene cierto encanto, el personal es atento y servicial, y del servicio del vino ni idea.

Como digo, fuimos ya que nos habían recomendado el pescaíto, pero por culpa de un lapsus, acabamos pidiendo una fritura variada (35€) y una ración de tortillitas de camarones 6 uds (12€), muy buenas ambas, aunque me pareció un pelín subida de precio aun siendo la fritura para dos, para acompañar, un par de finos por mi parte, un blanco y un tinto para mis acompañantes, a razon de 3€ la copa (nuevamente caro). Pero hay que reconocer que para m igusto mereció la pena, y en cuanto vuelva por Sevilla volveré a atacar ese pescaíto.

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