Llevaba tiempo queriendo pasarme por el restaurante de Tomeu Martí.
Aprovechamos la semana pasada que teniamos una comida informal de trabajo y pasamos a hacerle una visita.

Local redecorado y re-amueblado, com sillas y mesas de madera. Todo mesas pequeñas, fácilmente adaptables a la necesidad del momento.
Barra alta enfrente de la cocina "fria" donde se puede comer obeservando la eleboración de sushis y demás platos frios.

Las sillas cómodas, sin ser mullidas, te invitan a alargar la estancia.

A medidia varias opciones, carta, menu mediodia (16€) y menu de sushi (40€ dos personas).

Tenia claro que no queriamos sushi y nos decantamos por el menu del dia

Opciones:

1er Plato Sopa Miso / Roll de pastel de Salmón hinojo y lima / Cazón en tempura con salda de curri rojo

2º Plato Bacalao con trigo cremoso / Arroz frito con magret de pato tandoori

Postres: Borrachito de lima con natillas de te verde / Mousse de chocolate con aceite i vainilla.

Agua y te de roibos.

Lo probamos todo a excepción del pastel de salmón.
Empiezo por el final para que no se os quede la misma sensación que a nosotros. Infusión mala, muy mala a pesar de ser servida en tetera individual (de embolo) se nos quedó mal sabor de boca.

Sopa de miso buena. / Cazón muy muy bueno, servido con un salsa cítrica que combinaba muy bien la fritura, ahora el curri rojo anunciado en el menú no lo aprecié por ningun lado.

Arroz frito con pato tandoori: Espectacular el arroz frito, lleno de matices y sabores, el pato bien, de tandoori tenia poco, pero estaba bueno.

Bacalao con cremoso de trigo: El cremoso muy bueno , justo punto de cocción, con unos toques de cilantro, cebollino y no sé si lemon grass o algo similar que le daba otra vez un punto citrico y refrescante. El bacalao bien tambien.

Los postres tambien muy bien, si tuviera algo que objetar seria la combinación mousse chocolate con gelatina de aceite de oliva.
Eran como 3 barras super puestas, por una lado una barrita de mousse y por otro una combinada de gelatina de AOVE y se supone que vainilla (no aprecié el sabor a vainilla, el aceite se lo comia todo).
Al superponer la barra de la gelatina sobre el mousse no puedes cortar la gelatina ya que se espachurra el mousse (no hay cuchillo cortamos con tenedor postre) , Al final acabas desmontando el postre y dejando por un lado la barra de mousse y por otro la de gelatina.. A parte del mousse habia unas decoraciones de chocolate negro con sesamo que estaban de vicio. Postre muy bueno que con una pequeña vuelta seria excelente.

Ah y cortesia de la casa de aperitivo goyza de gallineta, maginifico crjiente, muy bien elaborada

Servicio atento. Eché una ojeada a la carta de vinos, correcta sin pasarse.

Volveré seguro con tiempo para una comida larga (a la noche menu degustación varias opciones a partir de 35€)

No soy mucho de japoneses, no me entusiasma la salsa de soja, ni el wasabi, ni el jengibre, pero me invitaron.... así que allí que voy.

Restaurante luminoso y ordenado, muy ordenado. Platos rectangulares pequeños, manteles y servilletas de papel, copas decentes.

Compartimos una abundante selección de sushi y de sashimi (atún, salmón, palometa, dorada, anguila, bonito, calamar, gamba. Bien)
De segundo tomé el tataki de atún (bueno). otros tomaron unas vieiras que no probé (soy alérgico) y unos fideos yakishoba (sabrosotes).

De beber (no vi la carta), tomamos Do Ferreiro 2009.

No postre, café normalito.

No pagué, así que no sé el precio.