Fuimos a cenar el pasado sabado 20 de diciembre de 2008 , el local estaba lleno , nos atendió amablemente el que parecia ser el encargado del local.
Una vez ubicados en la mesa , eramos cuatro, nos explicaron que habian confeccionado un menú muy interesante para estos dias de navidad , nos ofrecieron la posibilidad de pedir a la carta o bien el citado menu.
La carta nos parecio muy variada y divertida con platos mas clasicos y mas modernos . Patatas bravas , steak tartar con parmessano , mini hamburguesas de solomillo de ternera , parecia interesante pero finalmente nos dejamos aconsejar por el encargado y pedimos el menú .

Menú que incluía lo siguiente :
Terrina de foie , la verdad muy bien elaborada , rollitos crujientes de lubina y gambas , divertidos y diferentes ,una pequeña tempura de verduras y langostinos muy correcta y una pequeña ensalada cesar algo escasa pero bien ejecutada en sabores. estos fueron los entrantes , nada espectacular pero todo muy sincero y sabroso.
Luego cada uno elegimos un plato principal de los cinco que ofrecian como posibilidad , yo tome un pappardelle con salsa de gorgonzolla , buenisimo y mis acompañantes solomillo de cerdo iberico con salsa de mostaza y mini hamburguesas de ternera con foie y huevo de codorniz . ! no dejeis de probarlas ! son fantasticas

Respecto al postre solo tres opciones pero muy buenas , tiramisu en vaso antiguo de los de cafe con leche , fresones con balsamico , atrevido contraste pero realmente bueno y una tarta casera de chocolate tambien muy buena .

Todo esto menu de 25 euros por persona , merecio la pena menu completo y realmente buscando satisfacer al cliente en cantidad y calidad.

El vino es otra cosa , pedimos un Emilio Moro , a temperatura correcta , tienen armario de vinos , copas correctas algo pobres para el cache del local, aunque no lo decantaron lo disfrutamos sin peros.

Resumiendo , una muy agradable cena con una relacion calidad precio excepcional ya que con el vino y cafes salimos a 35 euros por persona .
Repetire seguro y no tardare demasiado.

Feliz año a todos.

Reconozco que he vuelto a caer, había dejado pasar algún que otro año sin pasar por allí, pero he de admitir que su ubicación, su decoración y su, porque no, escaparate, te tientan a entrar.
El camarero de formas y trato poco gratificante, sigue allí, el servicio no ha mejorado mucho mas desde la ultima ocasión, eso si, los platos andan por 18 a 20€ y prácticamente no detectas su presencia en plato de lo que sea.
Algunos platos no guardan proporción o equivalencia entre si, tanto en calidad como en cantidad.
La carta de vinos es buena, y además se conserva convenientemente, pero el servicio de vino se limita al descorche, claro que eso tiene mucho que ver con la profesionalidad en sala.
Este restaurante tiene una gran ventaja, el cliente que hasta allí llega no es especialmente exigente, mucho extranjero, mucho tattoo suelto, mucha estupidez, lo cual no obliga a los responsables al retorno y por ende mejora.
Siento no poder decir mucho mas de un lugar que excepto por lo destacado más arriba, no ofrece mucho más, pero es una lastima que no hayan hecho un giro hacia el saber hacer.

No me enamora, volví a caer otra vez, pero no hubo nada que me llame a repetir, eso sí había bastante gente, lo mejor la decoración.

Restaurante que parece tener su aceptacion, pues estaba lleno. Tuvimos que esperar 15 minutos, no habiamos reservado, y aunque con posterioridad llegó una figura del balompie valencianista, respetaron los turnos, aunque a ellos le ofrecieron esperar en la barra, a nosotros no.
La comida, fue bastante aceptable y original en su concepcion. Pero algo deficiente en sus tiempos de llegada a mesa, pues se tuvo que devolver el segundo por estar practicamente frio. Los postres no estuvieron a la altura de lo indicado en primer lugar, siendo bastante mediocres.
El vino, fue servido en su temperatura, pero descorchado con demasiada tardanza.
Nos dio la impresion de buen trato en cocina, pero desorganizado y presentado a destiempo en mesa. como ya indicado. Deberia de mejorar ostensiblemente.

Es una pena que con lo bonito que es y lo bien ubicado que está, no cuiden un poco el tema de la comida y del servicio, sobre todo del abusivo precio en los entrantes.No está mal en general, pero es un restaurante totalmente prescindible.

Pues va a ser que no. Nos sentaron en una mesa alta y sillas sin respaldo,verdaderamente incómodo, si bien es cierto que no habíamos reservado y que al segundo plato ya nos sentaron en una mesa como el resto de los mortales. Menú Degustación Burdeos in Love por 35€ bebida a parte. Materia prima de poca calidad, platos desdeñados y en su conjunto caro para lo que ofrece, bastante impersonal. Vino Concepto, servido caliente, y muy lejos de Mestizaje como proponía la supuesta metre. Local atractivo. Al final 98 € para dos personas, No vuelvo.

Bonito local, muy bien aprovechado. La comida de moderna de corte mediterráneo, carpaccios, revueltos, pastas... nada demasiado estridente ni demasiado apasionante.

El servicio petulante y desdeñoso (supongo que a la espera de ser descubiertas por Almodovar). El tipo de local que antes era novedad pero que prolifera por doquier.

Carta de vinos corta con cierto interés, cristalería temperatura adecuados, servicio sin ceremonias.

Aceptable RCP.

Volví a Burdeos in love a ver si había cambiado algo (en el trato) lamentablemente no. Tenía mesa reservada a las 14:00 llegué a las 13:56 y me dijeron que me esperara fuera.El restaurante estaba abierto podían haberme invitado a tomar un aperitivo o buscar alguna otra solución. Era un compromiso de trabajo y había quedado con otras tres personas(por cierto de fuera de valencia) así que no me quedó más remedio que volver a las 14:00. Evidentemente no volveré a este restaurante. No comprenden que no hacen un favor ni yo a ellos. Yo como pago y disfruto y ellos se supone(?) que también. Como veo que no es así y les molesta tratar con la gente no volveré.

Burdeos in love...un entorno mágico..romántico..ideal para pasar una velada inolvidable, cuidan con esmero hasta el último detalle.

Cocina muy cuidada, todo estuvo exquisito, y los precios...ajustados a la calidad ofrecida.

Sin duda volveremos.

Nuevamente sorprendido

He vuelto a este restaurante y no dejan de sorprenderme.
Su carta no cesa en el empeño de mejorar y agradar a todos los paladares , muy divertido y sugerente el surtido de mini tapas (mas bien mini bocaditos ) y excepcional la ventresca de atun al estilo Thai .
Se que tienen un nuevo jefe de cocina Irlandes (Matt ) que esta haciendo una gran labor.
En cuanto a la carta de vinos han dado otro paso adelante y se pueden encontrar referencias muy muy interesantes y exclusivas , como el Petit Verdot de Casala Ermita ,

Enhorabuena chicos !!