Habiamos reservado para cenar un viernes con 2 semanas de antelacion y no nos pusieron ningun pero. Llegamos puntuales a las 21,30 y pasamos al comedor. Que bonito ¡¡ decorado con muy buen gusto y muy acogedor. Nos sentamos en una mesa al fondo y la chica que nos acompañó (que hizo de maitre, camarera y sumiller y era ademas la socia-dueña) nos dijo que estariamos solos porque los viernes no abren pero si tienen una reserva con antelación lo hacen. Este detalle nos sorprendio gratamente. La carta es corta pero variada y la carta de vinos no me fijé demasiado porque queria probar el Nadir y vi que lo tenian a 12 euros por lo que no miré mas. El servicio del vino correcto. Nos dejamos aconsejar y resultó:
- Aperitivo invitacion de la casa: cucharita de salmon marinado con algo que no recuerdo. Bien
Compartimos:
- Ensalada templada de canonigos y gulas con vinagreta de citricos. MUy buena. Racion muy abundante
- Revuelto de setas de temporada con salsa de torta del casar. Buenisimas. Que suavidad..
Segundos:
- Bacalao al estilo de la taberna. Era un bacalao confitado con una salsa muy suave como salmorejo. Muy buen punto de pescado
- Carrileras de iberico al oporto. Muy buenas
DE nuevo raciones muy abundantes.
No pedimos postre. Cafes y nos invitaron a dos chupitos de licor de cerezas del Jerte.
En todo momento la atencion, conversacion, etc fue esplemdida. La cuenta no recuerdo exactamente pero sobre los 73 euros.
No ceo que haya nada similar en los alrededores y merece la pena no perderselo.