Si están especializado en hacer hamburguesas y haces de ello una filosofía para desestigmatizar esta comida del mal que le ha hecho el fast food, tienes que hacerlas muy buenas. Y no es el caso. Son muy normalitas. Tamaño tirando a pequeño, patatas fritas vulgares y un porcentaje de errores en el servicio muy por encima de lo aceptable. Sobre todo porque son errores por los que no se piden disculpas ya que el personal es entre pijo, indolente y arrogante. Parece que te quieran decir en todo momento: "oye que aunque esté trabajando de camarero yo podría estar haciendo otra cosa". Lo cual a mi no me importa: especialmente porque trabajar de camarero me parece un gran trabajo.
Tengo la oficina cerca y he ido unas cuantas veces. En la primera no les funcionaba la máquina para cobrar mediante targeta y asistí como desconfiaban de dos mujeres (parecían clientas habituales) que no llevaban dinero). Dijeron que pasarían al día siguiente o a última hora de la tarde porque tenían prisa: no hubo manera. Parecía que la responsabilidad de que la máquina no funcionase fuese de ellas.
En la segunda, pedí mi hamburguesa sin ketchup. Toma Ketchup encima de la carne!
En la tercera, fui con mi hijo: sin queso. Resultado: doble de queso!!!! (sic)
En definitiva, más que prescindible por la comida y no recomendable por el servicio.