Aquí si hay Chuletón de Ávila

Buen restaurante en el centro de Ávila. Ya habíamos estado un par de ocasiones más, ahora me he decidido a subir comentario.
Coqueto local situado en el primer piso de edificio de espectacualar situación, en la misma plaza de la Catedral, junto a ésta y con algunos ventanales que dan a su fachada principal teniendo fantásticas vistas.
Dos apartados, pocas mesas, sin apretaduras, decoración escueta pero funcional.
Carta ámplia, clásica pero con notas modernas, sobre todo en la presentación de los platos.
Buen surtido de entrantes / 1º platos, para compartir ideales. Pedimos mouse de foie al coñac, correcto y timbal de huevos rotos, curioso, acompañado de una guarnición de hojas de espinacas fritas muy ricas.
En el tema de pescados hay unas ocho referencias, pero no pedimos nada, pasamos a las carnes que es el plato fuerte del local.
Espectacular chuletón, este sí de Ávila pues es de raza Avileña Negra, con IGP. Buen tamaño y grosor y muy limpio de huesos y grasa, llegó poco hecho como se pidió y estaba sabroso y tierno. Muy recomendable. Por otro lado chuletas de cordero lechal bien resueltas.
Tambíen hay platos por encargo, asados y arroces.
Postres clásicos pero todos caseros, nada industrial. Helado casero que cambia cada día, ese día era de melón muy rico.
Carta de vinos con unas 100 referencias, botellas clásicas pero por lo menos presencia de denominaciones que no son rioja o ribera. Nos decantamos por un Juan Gil crianza por 21 €, servido a buena temperatura, tienen cava de conservación. Destaca también apartado de espumosos con cuatro etiquetas de champaña y tres vinos de postre por copas.
Buen servicio de camareros, vajilla y cristalería normal pero funcional.
Total dos personas 80 € + iva, con el vino incluido.