Local situado en pleno centro de la encantadora Peñiscola. Es la taberna típica donde la gente se sienta a degustar buenas tablas de embutidos ibéricos con buenos vinos.
El trato tanto de Miguelito el dueño y el alma de este local, como del resto de camareros es increíble, siempre con la sonrisa en la boca y con un esmerado y rápido servicio.
Mi preferida es la cecina de ternera al corte en el momento, trabajo que efectúa con mucho arte Miguelito y como no el excelente jamón de bellota que tiene.
No dejéis de visitarlo si pasáis por ese pueblo, es difícil no lo veáis. Es muy divertido estar cenado en esa calle, parece un bar de las Ramblas de Barcelona, por el ambiente digo.
El precio oscilara en función de la calidad y cantidad que deseáis comer, yo con mi tabla de jamón de bellota 25 €, la de cecina 14 € y la sangría de litro 13,50 € tenía suficiente, pero existen muchas otras alternativas y todas ellas mas económicas.