Me gustaría explicar mi nefasta experiencia en este restaurante, es una pena porque tienen una terraza bastante agradable y luego otro espacio también en el exterior donde estuvimos cenando un grupo de 6 personas , las cuales dos de ellas son de la zona y han estado en ocasiones anteriores, y el resto íbamos un poco recomendados.
Todo empezó cuando llegamos con una reserva previa, nos hicieron esperar en la calle durante un buen rato , cuando la mesa la estábamos viendo ya montada para nosotros, nos hicieron pasar a sentarnos y ya faltaban sillas para todos, nos quedamos sorprendidos porque tuvimos que recopilar sillas de las mesas de al lado para poder sentarnos todos.
Cuando vienen a tomarnos nota de las bebidas,muy agradable la chica aparentemente, al traerlas a la mesa, un señor en una bandeja, cuando se encuentra en mi lado para disponerlas a servir... se le descompensa la bandeja, se le cae uno de los botellines en mi cara, con la mala pata que me da la botella en el ojo, menos mal que llevaba las gafas , porque si me da más fuerte, él estaba de pie y yo sentada, fué un golpe fuerte en el cristal, pudiendo romperme las gafas y clavarme todos los cristales en el ojo, la cual se derramó por la cara, ensuciándome el pelo, camiseta y pantalón... a parte del susto de muerte que conlleva el caerte una botella de repente...
Siendo así, el señor recoje la botella y la bandeja y marcha sin decir nada, y viene al poco rato la chica que nos atendió en un principio con una servilleta a limpiar la mesa llena de cerveza en mi lado, sin cambiarnos el mantel y sin decir nada.
Partiendo de la base que todas las personas podemos tener un accidente...ninguna de las dos personas me preguntó si me había hecho daño la botella, si necesitaba algo para limpiarme la ropa , ni siquiera y lo más importante, ni PIDIERON DISCULPAS por el percance, es más ella sonreía mientras secaba la mesa.
Me parece una falta de tacto y de respeto que personas que se dedican a estar de cara al público no sepan ser educadas y con un poco de tacto ante estas situaciones, yo a parte del susto , en el momento, no reaccioné ,ni mis amigos tampoco ya que era tan sorprendente que nadie había pedido disculpas y como dos de mis amigos ya conocían el sitio, me dió apuro enfadarme.
Pensé que a medida de la noche lo compensarían con otras atenciones, pero no fué así.
La comida dejaba bastante que desear:
Empezaremos por los vasos bastante sucios.
*Varios de los platos que no hay que escoger:
-Magret de pato muy seco
-Dorada a la sal (dos filetes sin espinas con sabor casi hervido y patatas reblandecidas de acompañamiento.
-Bacalao a la muselina de ajo ( aguado y lleno de aceite)
-Calamares a la romana (plato olvidado y traído al final)
-Chupitos de orujo de hierbas ( ni siquiera fué detalle de la casa por lo ocurrido)
Quería también decir que dejamos 5€ de propina por ser “conocidos” de estos dos amigos.
El resumen de mi opinión sobre mi experiencia es poder expresarme con libertad, no quise poner a mis amigos en un aprieto insitu, pero quiero que los futuros clientes sepan de mi nefasta experiencia con el servicio de este restaurante y sus camareros maleducados.
NADA RECOMENDABLE NI EN LA COMIDA NI POR SUPUESTO EN LA ATENCIÓN, les falta tener respeto en tratar a las PERSONAS.
Restaurante situado en el pequeño pueblo de La Vall de la Santa Creu, muy cerca de El Port de la Selva. Destaca por lo agradable de sus dos espacios exteriores: un cenador cubiero y una terraza descubierta. Ambos sitios son ideales para una cena veraniega. Carta corta pero suficiente. Producto bien tratado. Carta de vinos muy corta. Servicio atento y agradable. Comimos una ensalada de tomate con anchoas, melón con jamón, rodaballo y lubina (pescados muy buenos). Algunos postres caseros y helados comerciales. En definitiva, la comida está bien, pero lo destacable es el lugar, el paisaje, el ambiente, que nos pareció encantador.