Última entrega de una incipiente y exitosa saga de restaurantes de comida de la provincia china de Yunnan (limítrofe con Bangladesh).
El marco donde se emplaza este restaurante es en una pequeña plaza en los bajos del edificio DBS de Pudong. Al pie de la emblemática torre de comunicaciones de Shanghai y del hotel Meliá.
Quizá uno de sus mayores atractivos sea precisamente su emplazamiento. En la ruidosa Shanghai, encontrar un lugar donde no haya ruido es poco usual, pues este es el caso de este restaurante.
Recomendable aventurarse en la cocina de riesgo: insectos (especialmente las libélulas y las abejas caramelizadas) y las ensaladas hechas a base de menta.
En la carta de este restaurante hay una buena selección de cervezas del mundo, quizá mucho mejor que dejarse llevar por los vinos, algo más pobres y simples.