Nostalgia culinaria europea en Shanghai

El explendor neocolonial del Bund Shanghaian se entiende mejor con una cena en este restaurante. Se puede comenzar con un aperitivo en la terraza del restaurante. Las vistas sobre el impresionante skyline de Pudong son impactantes.
La carta es internacional declinada, más bien, inclinada, hacia la cocina francesa. La selección de vinos es más bien descuidada, pero completa, abierta y plural. Tienen dos selecciones de vinos: una corta, para pedir rápido; y una larga, con el completo de su bodega. La selección de vinos españoles destacaba en global por su baja calidad y lo común de algunas de sus referencias.
En cuanto al servicio, atento, profesional y eficaz. Muy en la línea del alto nivel existente en Asia.

Mi elección fue un entrante (Steak Tartare ~ hand chopped best fillet of beef with all the classic seasonings), un plato (A Provencal fish stew ~ Fishes, crustaceans, molluscs and cephalopods accompanied by croutons and aioli) y un postre (Walnut parfait topped with banana fritters, candied walnuts and caramel sauce).
El Steak tartare estaba perfectamente compactado y acompañado, carne jugosísima y condimentos discretos.
La cazuela de pescado quizá adolecía de una excesiva presencia de moluscos y crustaceos. El pescado y su cocción, excelentes.
Y el postre, siendo un exceso de azúcares, estaba muy bien elaborado y presentado.
El vino fue un tinto francés Bordeaux del que no tengo mucho más recuerdo.

Recomendable cuando se siente nostalgia culinaria europea en Shanghai.

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