Seguna comida, no programada, de vuelta de la playa, que confirma la anterior: Primeras materias primas y una gran mano en la cocina. 2 pax:

Para picar una ración de Sonso frito y las mencionadas croquetas de gambas.
De segundo, rape rebozado (aquí el menda que se acabó el plato de mi acompañante) y un San Pedro al horno. Destacar que las patatitas que acompañan los platos de pescado están de miedo.

Para acompañar, cañas, un verdejo, postres y cafés.

Da gusto comer platos sencillos preparados de esta forma y tan buena mano. No se, igual otros lo encontrarán normal, pero a mi me ha encantado la comida.

Justo en la calle de atrás del Villa Mas, encontramos este restaurante de estilo clásico-rústico, con merendero incluido bajo un pinar que hace más que soportable el calor del verano. Aquí lo que vale, y mucho, es el contenido, y con creces. 4 pax:

Entrantes para compartir:
Pulpo a la gallega (normal)
Escupinyas (bien)
Croquetas de gamba (esto hay que probarlo, excelente)
Pescadito (Sonso) frito

De segundos:
Parrilada para dos (se comenta que estaba muy bien salvo un tipo de pescado que estaba un poco crudo)
Calamares a la romana
Rodaballo al ajo frito (SUBLIME)

Para acompañar, un par de Mar de Frades (€20 si no recuerdo mal). No entro a valorar servicio de vino ni copas ni tal, puesto que no es un local para ello. Nos servían el vino en cubitera, eso si.

Para el que se una vuelta por la zona, totalmente recomendable. Me soreprende que después de tantísimos años por la zona, nunca lo hubiera visitado. El precio en esta primera visita lo desconozco, pero recuerdo que estupenda RCP.