Acudí al restaurante con Oedi y creo que es conveniente advertir que los platos son muy abundantes. Por ejemplo,con uno de costillas cenan sobradamente dos personas (están mejores las que llevan miel). Además sólo los acompañan con col y dos tipos de mostaza (ningún tipo de verdura), detalle que hace que sea un poco "monosápido?".
De todas formas es un restaurante que para lo que se come y para lo que encontramos en Praga, está muy bien.
Restaurante carnívoro
SERVICIO DEL VINO:
-
8.0
COMIDA:
7
ENTORNO:
7
CALIDAD-PRECIO:
10
Durante nuestra estancia en Praga visitamos varios restaurantes con mayor o menor fortuna y, sin duda, del que mejor recuerdo guardamos es de éste.
Se trata del típico restaurante-cervecería de Praga, donde se puede ir a comer o cenar y también a beber cerveza y acompañarla de alguna tapa. Recomiendo cenar en el jardín interior que hay al fondo del restaurante.
En las dos visitas probé diversos platos: una ensalada prescindible, costillas de cerdo con miel (cortadas y asadas a la manera española, no a la americana), costillas con ajo (éstas sí, al estilo americano) un codillo espectacular, más por su presentación que por su sabor, y un buen apfelstrudel.
En la primera noche vi que en la mesa de al lado unos italianos pidieron una ración de pato (medio pato ni más ni menos) servido de una manera especial: ensartado por ambos lados, suspendido, y de ahí iban cortando y comiendo. El codillo lo sirven de igual manera. Se puede reprochar que se les vaya la mano en el tiempo de asado, ya que queda algo seco. Aunque temí que pasara olvidé pedirles que saliera poco hecho.
Mea culpa. De beber, una excelente cerveza negra, creo que se llamaba kozel velkopopovicky o algo así. Tienen algunos vinos franceses.
En la primera visita no nos cobraron el servicio ni el pan; en la segunda, en cambio, sí. Curioso... Aún así, los precios, comparados con España, son de risa. Por ejemplo, el medio pato cuesta 12 euros, y el codillo (una ración más que generosa) poco más de 8.
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