Enclavado en el Hotel Los Bronces, a las afueras de Lucena, este restaurante ofrece una carta eminentemente tradicional con pinceladas de innovación. Local amplio con decoración entre rústica y clásica. Dispone de varios salones. Sin pretensiones. Ambiente familiar con clientela local. Buena separación entre las mesas. Cubertería, vajilla, mantelería,... correctas. Copas de vino con el logo del restaurante, adecuadas. Carta de vinos a base de Rioja y Ribera de Duero principalmente, con algunos vinos de la zona. Servicio correcto.

El almuerzo empezó con unos cornetes de salmón ahumado rellenos de marisco con salsa marinera (buenos, aunque algo sosos). Como plato principal, lomo a la piedra para 2 (con bastante grasa) que dio sobradamente para 3. La piedra se enfriaba enseguida, por lo que tuvieron que traernos 3. De postre, un correcto biscuit de turrón y una tarta de queso correcta sin más.

Media botella de Matarromera Crianza 2006 (23,54€ y era de los que estaban bien de precio), una copa de Don PX de Toro Albalá (con la de PX que hay por la zona, han de poner uno de los que menos me gustan) a 2,50€, un par de botellas de agua, 1 Don Julián nº 5 y 4 servicios de pan a 1,63€/ud.

Buena opción en Lucena.