Cocina Excelente en un maravilloso ambiente

He ido a este restaurante varias veces en lo que va de año y he de comentar que ha sido un gran descubrimiento.

El entorno es muy agradable en las dos terrazas que tiene frente al mar y el ambiente es muy distendido, te encuentras como en casa. El trato del personal que está al frente es sencillamente excelente, todo el mundo es muy agradable. Laura que está al cargo de la sala tiene un trato exquisito con los clientes pero a la vez muy cordial.

En cuanto a la comida he de comentar que presenta una carta sencilla, de cocina de mercado pero elaborada de forma excelente. Los padres de Laura que están en la cocina demuestran una alta profesionalidad. Los platos están realizados con maestría. Por ejemplo, los pescados a la espalda o la plancha son sencillamente espectaculares, en su justo punto de cocción, se nota que dominan a la perfeccción la plancha. Las croquetas caseras son de las mejores que he probado. Ensaladas muy bien realizadas. En cuanto a los postres comentar que son divinos, a recalcar la tarta de queso, el mousse de chocolate, los bizcochos de frutas (yo probé uno de cerezas y albaricoques que estaba de morirse). Probamos también una tarta tatín sencilamente espectacular.

En cuanto a los vinos no tienen carta de vinos pero sí una serie de interesantes propuestas. Laura tiene buenos conocimientos y sus recomendaciones siempre son acertadas. Tienen interesantes etiquetas de Baleares a precios razonables. Buena lista de cavas nacionales.

En general este es un local muy recomendable si lo que está buscando es un sitio agradable, de trato cordial en el que se hace una cocina casera, sencilla pero realizada con maestría. La relacion calidad-precio es muy buena. Está abierto todo el año con lo cual es una opción a tener en cuenta incluso en invierno.