De lo mejor para tapear.

Estupendo Restaurante-Bar situado en pleno centro de Valladolid, al ladito de la Plaza Mayor, con parking en la misma plaza y por lo tanto muy cercano.
El local es ámplio y bullicioso, pues es uno de los locales más famosos de la ciudad. En la planta baja se situa el bar, actualmente con terraza en la calle, y las plantas superiores están destinadas a diferentes salones para comer a la carta según nos dijo un camarero. Como queríamos cenar de tapas nos quedamos en el bar, en una barra sentados en dos taburetes pues las mesas disponibles estaban todas ocupadas.
La oferta de tapas y pinchos es de lo más variado, vanguardista o clásico y sobre todo premiado, pues sus tapas y bocadillos han cosechado numerosos premios en el Concurso Nacional de Tapas y Pinchos de Valladolid o en Madrid Fusión, por poner un ejemplo. Si queréis información más detallada de estos premios os remito a su web www.loszagales.com.
En el bar hay carta estructurada en Pinchos Premiados, Bocadillos Mini, Tapas Clásicas, Ensaladas, Embutidos, Raciones y Postres.
Nos decantamos por lo siguiente:
2 Tigretostón (Ganador VI Concurso Nacional de Tapas y Pinchos 2010) 2,75 €/ud.
1 Obama en la Casa Blanca (Pincho de Oro Ciudad de Valladolid 2009) 2,75 €/ud.
2 Tostada de pulpo con puré de manzana.
2 Bocadillo del Mar y Tierra (Ganador IV Concurso de Bocadillos de Autor Madrid Fushión 2007) 3,60 €/ud.
1 Tostada de Ibéricos. 2,50 €/ud.
1 Ración de Chipirones a la plancha. 5,80 €
1 Ración de croquetas de la Abuela. 4,50 €.

Los precios se incrementan entre un 0,60 y 1 € si lo tomas en mesa, que para mi, aunque pagues más, es la mejor opción, pero que no pudimos usar por estar completo como ya he comentado
Las tapas enormes, las raciones abundantes. Las tapas increibles, disfrutamos un montón, y las raciones bien resueltas.
Lo acompañanos con refrecos (mi mujer) y La Planta 2009 por copas.
Total factura 43,00 €
Decoración horrorosa de lo recargada y clásica. Me llamó mucho la atención una zona donde había unas 50-60 sartenes colgadas del techo, horroroso, pero ibamos a cenar no a ver un museo, y como no se calló ninguna sartén...
Repetiremos, pues se quedaron cosas que tenían muy buena pinta sin probar.