Anoche cenamos por primera vez en este restaurante. He de reconocer que yo llegaba con cierta ilusión. El local en sí es agradable y acogedor. De techo alto, hay buena luminosidad, y las mesas están separadas suficientemente. El mobiliario es de ikea. La vajilla también.
Las opciones para cenar se limitan a la tabla de tapas(22€ c.u.) pero nos perdemos en la carta de vinos. Hay referencias francesas (muchas), alguna alemana (interesante Willy Haag), portuguesa, italiana y por supuesto españolas. Los precios son muy ajustados. De hecho el Willy Haag cuesta lo mismo que en alguna tienda (24€). Nos recomiendan un portugés de Alentejo, 'Alento', que cumple. Las copas son demasiado gruesas, poco apropiadas para los buenos vinos que hay.
La cena consistió en varias tapas, presentadas originalmente y todas a la vez sobre una gran tabla de madera. Comenzamos con una ensalada bien aliñada servida en una vaso ancho; un helado de aguacate con un nacho desmenuzado y tomate natural en una copa (la tapa más floja), un cono de papel lleno de pescaíto frito (en mi ración había pescadilla y ¡¡una palaya!!, pescado poco común en los restaurantes pero delicioso), una coca con pisto (correcta), pollo empanado (algo insípido), mejillones al vapor (con una salsa rica -creo que añadieron algo de lemon grass...-), y alguna tapa que se me escapa. De plato principal un lomo de pescado aromitzado con humo de romero. No acabé de adivinar si era dorada o lubina porque no tenía mucho sabor... El postre, un delicioso brownie con chocolate.
Es una buena opción para una cena informal, rápida, pero creo que falta un punto de elaboración en la cocina.

Primera visita.Menu cerrado, compuesto por 6 snacks o pequeñas tapas,sabrosas y apetecibles, bien presentadas y sacadas todas al
mismo tiempo en una gran tabla de madera.A destacar las croquetas de setas y el helado con aguacate.Muy bueno el pan(parecia de fabricacion propia).Despues a elegir entre carne o pescado.Cambian el menu cada semana, con lo la variedad esta asegurada.Aceptable la carta de vinos, con precios razonables, sin abusar.Lo malo es que el
servicio del vino se limita a dejarlo en la mesa.Deberian mejorar en este aspecto.Otro pequeño pero ,no cambiaron los cubiertos entre el menu y el plato principal.Para rematar, postre(flan casero con helado de platano).Todo esto por 22 euros(bebida aparte).No me extraña que el local se llenara.El servicio jovial y cercano,aunque deberian mejorar el servicio del vino.Muy buena opcion,asequible, bien presentada,con calidad y muy ajustada en su precio.A ver si otros locales de esta ciudad se ponen las pilas y aprenden un poquito
de este tipo de iniciativas.Repetiremos.

Ya es la segunda ocasion que cenamos en este local, cada dia nos sorprende mas la originalidad de las tapas y la calida de los productos.
local informal pero muy bien cuidado, la carta de vinos es un poco floja pero segun nos esplicaron estan enpezando y van poco a poco , esperemos que mejore.

crema fria de foie con helado de maiz, jamon de pato y quicos, buenisimo.
granizado de limon y marialuisa con un pan crujiente y caballa marinada
muy simpartica la ensalada dentro de una bolsa con una salsa de atun y alcaparras.
una escalibada fria y caliente con capella que me recordaba a la de mi madre.
cucurucho de pollo macerado con salvia muy crujiente y jugoso
brocheta de verduras en tempura con una salsa agridulce
parrillada de pescado con vinagreta de fruta de la pasion, los pescados super frescos
panes caseros, y de postre una espuma de mascarpone con sorbete de carajillo y chocolate.
tomamos una botella de Nita del priorato, muy correcto
35€ por persona no se puede pedir mas simplemente muy bien, REPETIREMOS

una propuesta diferente. una tabla de tapas con buena materia prima y bien elaboradas.