Cosas que pulir

Se trata de un restaurante con excelentes instalaciones enclavado en el corazón de la sierra de Salamanca, en la pintoresca localidad de Mogarraz. Su amplio y elegante comedor, al que se accede tras pasar por un bar, es muy luminoso, pues cuenta con amplísimos ventanales. Las mesas disponen de buena mantelería, vajilla, cubertería y coperío. El conjunto de todo ello conforma un marco sumamente agradable que nos dispone al relajo y al disfrute. Este es sin duda su principal punto fuerte, así como su carta de vinos, de mediana amplitud, con referencias muy bien elegidas y precios prácticamente de bodega. Hasta aquí lo mejor de la experiencia.
En la fecha de visita el local se encontraba lleno (puente de los Santos), por lo que el servicio estaba algo desbordado. Prueba de ello fueron las prisas a la hora de tomarnos nota de la comida, la rapidez para retirar platos que aún no estaban terminados, los errores en los platos servidos, etc, etc. La escasa profesionalidad de parte del servicio quedó claramente en evidencia.
Su carta, basada en la cocina regional, es muy amplia y tiene en su oferta de quesos uno de sus principales atractivos. De entrantes pedimos varios de cabra, pero cometieron el error de traernos entre ellos uno de oveja que no habíamos pedido. Lo lógico hubiera sido cambiarlo por el pedido y asunto arreglado, pero en vez de ello intentaron hacernos creer que el error era nuestro. Al final, tras un conversación un tanto tensa, conseguimos que nos trajeran lo pedido al principio. También para empezar pedimos jamón ibérico, que estaba delicioso, y hongos a la plancha, simplemente normalitos. A pesar de pedirles que los entrantes nos los trajeran de uno en uno para poder compartirlos, los sacaron todos a la vez.
De segundos nada más recuerdo algunos, todos ellos con muy buenas presentaciones y raciones XXL, si bien un nivel que superando el aprobado no llegaba al notable. Sin duda las aglomeraciones también deben tener un efecto negativo en la cocina, de ahí que algunos platos no se sirvieran en su punto. Tomamos, entre 4 personas, Carrilleras de ibérico en salsa de tomillo y oporto, Albóndigas de ternera con boletus, Medallones de lomo de ternera charra y Solomillo de ternera morucha. Los postres, creo recordar, estaban todos ellos muy buenos.
Para beber pedimos una botella de un excelente Cámbrico rufete 2005, un tinto de la comarca muy original, servido en buenas copas y a la temperatura correcta.
Es posible que vuelva a darles otra oportunidad, desde luego en fechas más tranquilas

  1. #1

    Joradoga

    Hola.mi experiencia feu parecida a la tuya,buena pero le faltaba algo,yo tambe repetire cuando pueda,saludos

  2. #2

    Joseangel

    en respuesta a Joradoga
    Ver mensaje de Joradoga

    Tu experiencia me habría venido bien conocerla de antemano para ir ya avisado. Desde luego no se monta un entorno tan bueno y se tiene una carta de vinos tan interesante para luego ofertar una comida y tener un personal de sala con tanto que pulir. Saludos.

    Josean

  3. #3

    Joradoga

    en respuesta a Joseangel
    Ver mensaje de Joseangel

    Pues creia qu e habia metido el comentario,la verdad que esta bien pero le falta algo,yo tambe estube un dia con jaleo,asta otra.saludos

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