Nos lo recomendaron en el hotel que estabamos alojados, al ver que estaba en primera linea de playa las sensaciones no son buenas, siempre puedes creer que es un restaurante donde van los turistas por su situacion cercana al mar.
Pero sorpresa, vale la pena, todo me parecio fresco, pero como no lo sabiamos y no nos fiabamos pedimos un menu de tapas que hacen para dos personas. Primero empieza por un plato de Jamon Serrano, que aunque no es de lo mas, esta bien. Luego traen un plato con gambas, mejillones, chocos, pescadito, todo correcto.
Para finalizar acaban con pulpo gallega ( se deshace en la boca), navajas y escamarlanes partidos por la mitad. Todo por 20 euros por persona.
Para beber pedimos un albariño, el Pazo San Mauro 2010, que aunque las copas no acompañan y dejan que desear, se comporto muy bien.
No tienen una gran carta de vinos, pero si que hay variedad, lastima de las copas.
Todo por 60 euros, sin duda si vuelvo por la zona me atrevere con algo mas sustancial que las tapas.
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