Estuve ayer dia 1 de mayo en este restaurante. Para empezar, después de llevar 15 minutos sentadas en la mesa me tuve que levantar para pedir la carta. 20 minutos más hasta que vinieron a tomarnos nota y media hora más hasta que llegaron los primeros.Después de esperar 40 minutos para los segundos, y de ver que una mesa numerosa que había llegado más tarde que nosotros ya estaban comiendo tranquilamente, nos quejamos a la responsable (además hay un camarero argentino bastante prepotente y maleducado que nos puso cara de "éstas no paran de quejarse, están locas"...). La responsable era muy agradable y nos dijo que, para compensarnos, nos invitaba a los postres. Cuál fue nuestra sorpresa cuando llegó la cuenta que nos dijo que nos había inivitado a 2 coca-colas, no a los postres. En fin.... hay que decir que la comida era de calidad y muy bien preparada.
Muy recomendable. Local con terraza, de ambiente agradable (hilo musical que no se hace molesto), carta de vinos amplia con hasta 10 o 12 DO diferentes donde poder elegir, entre blancos, rosados y tintos. Además, conservados en nevera climatizada a la vista de los clientes.
En cuanto a la comida, sin ser amplísima, tienes mucha variedad y no es difícil encontrar algo que te encaje. En algunos platos puedes pedir media ración por si estás haciendo dieta ;-)). La comida muy rica, buena presentación y cantidades más que suficientes.
El servicio me ha parecido muy atento.
Una pega. El baño. Es tan pequeño que tienes que entrar de medio lado. Prohibido para barrigas voluminosas.
Es un restaurante informal donde te sientes cómodo. Es especialmente agradable y recomendable reservar mesa en la terraza; nosotros así lo hicimos. Con sencillos platos, bien elaborados y con la opción media ración. A un precio más que razonable. Aunque creo que todavía está en fase de rodaje y quedan algunos detalles por pulir -especialmente los que hacen referencia al personal de sala-, no puedo decir lo mismo por lo que se refiere a la cocina. Nosotros éramos 4 y decidimos compartir unos calamares rebozados, terrina de foie micuit, buñuelos de bacalao con confitura de tomate y un milhojas de pulpo. De segundos dos sabrosas paletillas de cabrito, tronco de merluza a la Donostiarra y un lomo de bacalao en romescada. Acertamos plenamente en la eleción que, aún siendo medias raciones, fue más que suficiente. Tomamos 4 copitas de cava Gramona bien fresquito y terminamos con Pesquera crianza 2007. Creo que es una opción más que acertada para los que nos gusta salir con cierta frecuencia sin arruinarnos en el intento. Repetiremos.
Restaurante que hace poco abrió sus puertas en el local donde anteriormente estaba ubicado el 118 (uno de los mejores restaurantes de Castelldefels), me refiero al 118 para quien lo conociera, fuimos un sábado por la noche dos personas y cenamos en la terraza exterior.
Han cambiado algo la decoración, no tan minimalista como la del 118, esta es más contemporánea-funcional, más mesas por m2, tanto en el interior como en la terraza exterior habilitada, supongo que en invierno también funcionará, por lo que el número de comensales ahora puede ser superior.
La cubertería y cristalería más que correctas (supongo que en el traspaso incluían todos estos artículos), copas Riedl con gran variedad de formas y tamaños.
Datos a apuntar, de noche funcionan por dos turnos (a las 21:00h i a las 23:00h) al menos el sábado por la noche que fui y los todos los platos se pueden pedir por media ración (cosa que va muy bien si no quieres tanto pasarte de presupuesto como de comer)
Carta de platos un tanto escueta, unos seis platos de entrantes, carnes y pescados, con alguna tapa y ostras (por piezas) con copas de cava. La comida no me acabó de cuajar, algo insípida y sosa, pedimos; coca de escalibada que estaba pasable como las mil hojas tibias, pero el rape de segundo no era para nada fresco, aunque el “suquet” que lo acompañaba estaba bien, la paletilla de cabrito al horno sí me gustó, de postre coulant muy bueno.
El servicio de vino muy correcto, carta bastante extensa, con gran variedad de DO con unas tres o cuatro marcas de cada sin marcar añada (visualice Flor de Pingus a 75€ y Único a 195€), pedí un El perro verde 2009 (Rueda) por 14.5€ (creo que en tienda vale sobre los 7€).
El servicio siempre atento pero algo despistado, tardaron muchísimo entre los entrantes y el segundo plato.
28 euros por persona, creo que repetiré.