Bien pero...joé, que calor

Buen (a secas) restaurante muy próximo a la Estación Central. Ambiente acogedor, con las mesas demasiado juntas. Disponen de terraza cerrada donde cené esa noche. Muchísimo calor, lo que hace que no disfrutes como se debe de la velada. Fuera del verano sin duda, sería más agradable. Servicio atento, profesional.
Sin detalles ni antes ni después.

Carta extensa basada en la cocina italiana, donde no faltan pastas pero si pizzas.

Cena para 1 pax:

1 rissoto alla Milanesa: Arroz al principio demasiado duro, pero según fue cayendo se fue poniendo en un punto ideal para mi gusto. No se "emplastó" en ningún momento.
Cottoleta alla milanesa: Magnífica pieza de ternera. Tierna y sin hueso, sin un pelo de grasa, teniendo en cuenta que está está rebozada con pan rallado y frita. Un gustazo. Sin guarnición.
Postre. Tiramisú. Aunque no es de los mejores que he probado, muy cremoso y buen sabor.

Servicio del vino: Muy extensa pero solo italianos. Pedí un Marramiero Inferi 2005 (Montepulciano D'Abruzzo) servido elevadito de temperatura (25€ cuando en tienda lo vi a 16€). Se prestaron sin pedirlo a enfriarlo en cubitera. Copas de aceptable calidad, aunque era de vino blanco. No rellenan.

Precio total: 63.50€ (incluido servicio e impuestos)

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