Soy un asiduo de este restaurante donde los amantes de la cocina japonesa encontramos variedad, calidad y buen precio.
Como norma general, excelente sashimi, buen sushi y posibilidad de probar bocados muy poco frecuentes, ya sea por la variedad de género o directamente por el tipo de pescado. Siempre resulta gratificante preguntar y dejarse aconsejar por los dueños. Buenos cortes.
Sencillos platos de plancha, convincentes, con buen material y ejecución muy vistosa (bogavante, solomillo o magret entre mis favoritos).
Uno de los pocos japoneses dondde se puede probar el shabu shabu (una muy contundente especie de "cocido al momento").
Excelente relación calidad precio aunque hay que saber lo que uno está comiendo, claro.
Vinos algo flojo;suelo tomar cerveza, que no falla con este tipo de comida. Y como una imagen vale más que mil palabras, adjunto unas fotillos de una de mis últimas visitas.

Menuo sablazo nos pegaron por comer arroz engominao con trocitos de salmón ahumao o similar.Mucho bullicio y mesas apretujas.En la Plaza de Cartagena venden comida japonesa para llevar mucho más buena y barata.

Comida vulgar japonesa a base de suhis, sashimis y makis. En El Corty la encuentras mejor.
Escasa carta de vinos.
Local abarrotado y escandaloso (era sábado noche).
Discrepo del comentario anterior, caro para la calidad.

NO VUELVO MÁS.

Por cuestiones de adiccion a la comida japonesa, uno de los restaurantes que mas visito y que no he comentado antes por varios motivos, principalmente el hecho de que es irregular y que la diferencia entre visitar el cielo y el infierno descansa casi en exclusiva en los dos propietarios, Yu y Hui Po.
El local, desde su apertura, ha ido ganando empaque, si bien huye de lujos o pretensiones externas, centrandose en lo que se debe centrar, el genero. Destaca al entrar a mano izquierda una gran plancha para, digamos, las preparaciones en directo. Un entorno correcto y agradable y, si tenemos la suerte de ver a Hui Po tomar la plancha de sala, cosa que depende del numero de pedidos, espectacular.
Cuentan con tres cartas, japonesa tradicional, con multitud de suhis, sashimis, makis y algunos platos seleccionados como solomillo macerado para preparar en la propia mesa en un hornillo al gusto de cada comensal, el sukiyaki, espectacular especie de cocido para gente muy hambrienta, etc. La carta es muy didactica, explicando muy claramente cada concepto o grupo de platos.
La segunda carta es la de plancha, mucho mas corta y que contiene varios menus combinados de degustacion, para gente a la que no le atraiga la idea del pescado crudo, o que quiera combinar conceptos. Destacan el solomillo, el bogavante, el magret y el langostino banana.
La tercera carta, la mas reciente, es la de vinos. Hasta hace relativamente poco, contaban con 9 o 10 referencias y ahora con cerca de 30 podemos hablar de una carta corta, demasiado convencional y que no ha sido estudiada para las especialidades de la casa. Mejor cerveza, la verdad. El servicio de vino, por otra parte, es casi inexistente.
La norma general en este fantastico japones es que los propietarios muevan Roma con Santiago para hacerse con material de primera, asi que, la primera recomendacion, es centrarse en el sushi y el sashimi y preguntarle a alguno de los dos la recomendacion del dia, pues no solo consiguen piezas salvajes con asiduidad, sino tambien genero muy poco habitual. Es un placer dejarse guiar por ellos, quienes, ademas, comparten gustosos informacion detallada sobre la trazabilidad del material, la forma amorosa de prepararlo etc. De cualquier forma, el nivel medio para cualquier plato suele ser muy elevado, por el respeto absoluto al producto y la seleccion de este.
La excepcion, que no esten en el local por cualquier razon, momento en el que un gran restaurante desciende a una cosa mediocre que no merece ser recordada, con un servicio digamos que mejorable y una cocina que tambien baja de nivel.
Despues de este extenso prologo, que creo necesario y que un local al que tengo gran afecto merece, simplemente comentare mi ultima visita que, por otra parte, no fue la tipica, pero he de ser fiel a lo que fue
ensaladas de algas finas, delicioso mezclum con una suave salsa picante
fideos con mariscos, tipo noodle no ramen
gambas estilo donkashu, similar a la tempura, pero con distinto tipo de rebozo
barco de sashimi> genero fresquisimo y magistralmente tratado, con toro, pez mantequilla, salmon, dorada, lubina, amaebi, concha fina...
mas sashimi de pez mantequilla, simplemente bocados de gloria ese dia
surtido de makis
ternera rellena de verduras
langostino banana y solomillo en asador.
Todo ello por 33 euros por persona, incluyendo bebidas, cerveza y vino blanco.