La mejor terraza de Avila.

Restaurante situado frente a las murallas, en una zona de casas y almacenes, donde casi pasa desapercibido, la entrada se hace a través de una pequeña puerta donde te reciben muy amablemente, aquí se puede observar una gran zona acristalada con una enorme colección de licores y destilados.
La entrada al comedor la hicimos mediante un ascensor de lo mas moderno, salón muy amplio y diáfano, con unas mesas perfectamente vestidas y gran separación entre las mismas, vajilla y cuberteria de calidad y cristalería Spiegelau.
Como hacía una noche esplendida, decidimos cenar en la terraza, las vistas son simplemente expectaculares con las murallas iluminadas al fondo y la luna en lo mas alto.
La cena comenzó con una caña mientras hojeábamos la carta y un aperitivo de crema de remolacha, gentileza de la casa.
Para compartir optamos por:
- Tarta de queso de cabra Cantavieja con confitura de tomate, 14€, rico, presentado un ligero golpe de plancha y con unos cuantos panecillos para untar.
- Huevos fritos con patatas y carabineros, 21€, emplatados individualmente, muy ricos, buen producto, aunque quizás un poco escasas las patatas.
De segundos:
- Bacalao vizcaina/pil-pil, 18€, lomo de buen tamaño y con un punto muy conseguido, donde las lascas se podian separar perfectamente.
- Rape alangostado, 24€, presentado en dos medallónes y acompañado de una especie de salsa tartara y un montoncito de ensaladilla, correcto, no me entusiasmo en demasía.
De postre, helado del dia, 6€, creo recordar que era de toffe con su crujiente, muy, muy bueno, cremoso, con un sabor muy conseguido.
En apartado de vinos, tienen una carta bastante extensa con gran numero de referencias tanto nacionales como foráneas, precios un poco "subiditos", en esta ocasión nos decantamos por un Donnhoff Riesling Troken 07 a 28€, que llegó a la mesa a tª ambiente, aunque rapidamente se solucionó con una cubitera, servicio de descorche, prueba y rellenado de copas.
Servicio atento, aunque quizás un tanto serio y un poco protocolario, a excepción de un camarero con acento de algún país del este, bastante majete.
Terminamos con una copa de vino que me reservé y una infusión, para mi mujer.

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    Gabriel Argumosa

    A mi eso de que se soluciona la temperatura de un vino, como el que tomaste, con una cubitera, no me vale y menos con ese gasto.

    Ya se que tu no podias hacer en esos momentos nada, salvo lo que hiciste.

  2. #2

    Fer B.

    Totalmente de acuerdo, las vistas son espectaculares. Compensan, en cierto modo, lo "subidito" de algunas cosas, algo en lo que también estoy de acuerdo contigo.

    Lástima que, al parecer, "pincharais" con el rape.

    Un saludo!

  3. #3

    Gastiola

    A ver si os poneis de acuerdo. Qué era? una terraza o un balcón? jajaja.
    Mira que te vas tú a sitios raros para tomarte un bakalao a la Bizkaina. :-)))

  4. #4

    Kintiman

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Si la verdad es que fue un pequeño descuido, tambien he de decir que el dueño me explico que como estos blancos tienen muy poca salida los tienen en una gran cámara climatizada pero con tª para tintos y que tienen otra mas pequeña para blancos, tipo verdejos o albariños mucho mas demandados.

  5. #5

    Kintiman

    en respuesta a Gastiola
    Ver mensaje de Gastiola

    La del bakalao es mi mujer, restaurante que tenga en carta bakalao o terrina de foie, platos obligatorios, jeje.

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