Restaurante Xemei en Barcelona
Restaurante Xemei
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
35,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
49 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
4.8
RCP CALIDAD-PRECIO
6.6
Opiniones de Xemei
OPINIONES
6

Sin duda para mi el mejor italiano de barcelona, aunque el sitio sea algo tosco y con cierto caos la cocina es fenomenal, cocciones en su punto, pasta al dente, pescados melosos, materia prima de primera. Precio elevado pero calidad en un entorno peculiar!

Emplazado en la parte alta del Poble Sec se ubica el restaurante de Max i Stefano, divertidos tipos que con sus ocurrencias y familiaridad te lo hacen pasar de miedo..., claro, acompañado de una cocina veneciana muy bien resuelta.

Comimos en la terraza, bien acondicionada para las bajas temperaturas, estufas, mantitas y un buen vino. Un albariño de O´Ferreiro en este caso a 24.00 €. Copas decentes.

De entrantes tomamos pulpo a la brasa y unos platitos con diferentes pescados preparados de diferentes formas. Frios y calientes. Muy bien y originales.

De plato fuerte tomamos dos pastas, unos tagliatelles con setas y unos spagettinis con mejillones. Ambas excelentes.

De postre, uns especie de tatin de peras con unacrema chiboise. Impecable.

Buenos cafes, como no podia ser de otro modo en un italiano y unos GT´s de Seagrams que nos acortaron la tarde.

Esplendida comida, compañia incluida.

Hacía tiempo que lo tenía en tareas pendientes y aprovechando que me encontraba cerca y la hora de comer empezaba a acercarse, me dejé caer.

Xemei (gemelos en dialecto veneciano) está dirigido por los hermanos Cipriani (Max y Stefano) es un local pequeño -sólo 7 mesas-, con la cocina en el centro, presidiendo, abierto a la calle, agradable, cómodo, ruidoso, estrecho, y encantador: una trattoria, con un servicio agradable y dispuesto a complacer. Las mesas son todas diferentes, parecen recuperadas de otros usos y están sin vestir. Servilletas de tela blancas y copas Spiegelau.

La carta se resume un pocos platos, de los que elegimos la ensalada de arenque (muy sabrosa, auqnue con poco arenque) y dos platos de pasta: unos spaghetti con almejas y mejillones (muy ricos) y unos tagliatelle con boquerones (muy buenos). Excelente el punto de cocción de la pasta, eso es exactamente "al dente".

La carta de vinos no es muy extensa aunque dicen tener vinos fuera de esa carta. De todas maneras había donde elegir, y optamos por un Billecart Salmon Brut Rosé a unos ajustadísimos 68 euros. Este champagne nos llevó a unas fantásticas fresas que compartimos de postre.

Café malo, no está a la altura. Dicen que están en ello.

En definitiva muy agradable local especialmente para comidas tranquilas de verano- El precio lo incluye todo

La factura está encabezada por un logo con un guiño al Harry's Bar veneciano (la coctelería)

Siempre hay que estar mínimamente informado de donde va uno a cenar... Pero en este curioso local de la la parte alta del Poble Sec, aún más!
Ese era mi caso y alomejor por eso no me decepcionó... Fuí acompañado por tres personas más, y una de ellas repetía ya por 3ªvez y nos informó detalladamente.
Local extremadamente pequeño, ruidoso y casi incomodo. Pero por el contrario con encanto, divertido y animado, etc.. (A mi la situación me parecio divertida dado que iba con tres amigos más, pero núnca iria solo con una recién estrenada pareja)
Respecto a la oferta gastronomica también estaba informado claro, sabía que no era barato, pero los platos ofrecidos eran suficientemente singulares, atractivos y + o - bien ejecutados. Una Burrata super fresca y de gran calidad, los tomates a la altura. La pasta excelente, Al nero di sépia fantásticos. De plato principal pedimos todos pescado. La anguila realmente estupenda y la lluerna buena, aun que le faltó algún detalle... No solo puede soportar el plato en una buena materia prima...

Los vinos bién, si conoces... Los camareros muy voluntariosos aveces son peligrosos a la hora de recomendar... Pero tienen cosas realmente interesantes, L. Sandrone, Terroir al Limit,etc... y algunos a muy buen precio.

No voy a comentar los postres, por qué yo no soy muy de dulce... en lugar de eso me acabé el Arbossar muy agusto, claro.

Me volvería de dejar llevar...

A diferencia de Lubulo, sin sorpresas de comuniones u otros eventos indeseables, salvo que seas el protagonista.
Unos entrantes, sardina, atun, bacalao, y alguna cosa mas muy buenos en su punto. Por 20E que creo ajustado.
Despues unos spaguettis neros di sepia al dente y al punto y unos bigois con salsa y tropezones de ternera correctos.
El vino un Falasco Valpo Ripasso por 20E que sencillamente no nos sorprendio negativamente. Siempre me pasa con los vinos italianos, al no conocerlos, me puede la curiosidad y siempre con miedo. No está mal, ajustado al precio.
Cafes, dos chupitos de una buena grapa y todo por 75E despues e un descuento del 10%?????.

En resumen, un local muy justo un tanto ruidoso, con una cocina italiana/veneciana un tanto distinta de los estereotipos.

Servicio "familiar" y excesivamente cercano.

Se puede repetir.

Este italiano pretende ser una trattoría pero solo por lo austero del servicio y la austeridad del local ya que los precios, ningún primero baja de 15€, son altos para lo que dan de comer.

El comedor principal estaba ocupado en su totalidad por una comunión, cosa que me comunicaron al hacer la reserva, pero de lo que no me advirtieron era que tendríamos que comer en mesas altas y sentados sobre taburetes.

Una simple hoja de papel sirve como carta, nos decantamos por una ensalada de burrata, el plato llego a la mesa con la bola de burrata entera, un diminuto tomate raf y unas cuantas hojas de rúcula (15€) de segundo unos spaghetti al nero di sepia (17€) realmente buenos y correctamente presentados.
De postre el clásico tiramisú casero, diminuto a 7€.

Nos decantamos por cerveza (por eso no voto en ese apartado) ya que la incomodidad de la mesa no invitaba a hacer una comida relajada y además la carta de vinos, casi todos italianos, seguía la línea de precios de la comida, es decir alta, muy alta.

El comedor donde estábamos era de fumadores, sin embargo entro una pareja con un niño de pocos meses ¿...?

En definitiva, dos personas 90€

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