Restaurante que imagino vivió tiempos mejores. Comimos en un reservado más parecido a un cuartucho que otra cosa. Mantel con agujeros de cigarrillo, suelo falto de mocho, vajilla y copas normalitas.

Comimos:
ensaladilla rusa (sólo pasable)
jamón (bien)
salpicón (yo el salpicón lo tomaba de centollo o de buey de mar, esto era más bien una ensalada con gambas)
Chips de alcachofa (pasables)

De plato principal, yo elegí gallo frito (excesivamente seco)

Postre compartido que no probé (una especie de milhojas de nata)

Cafe malo

De beber pidieron Hacienda López de Haro fuera de temperatura, bastante malo.

No pague, me invitaron