De toda la vida....

A mis padres ya habia oido hablar del Caballito Blanco.
Entras en la casa y parece que no haya pasado el tiempo : mobiliario, mantelerias, vajilla de tropecientos años. Carta con un montón de platos, bufffff. Carta de vinos, de las de antes tambien. Camareros de los de toda la vida, veteranos, amables y un poco resabiados.
Lo mejor es escoger de entre el apartado de sugerencias del dia.

Escogimos unos guisantes rehogados y unas habas de la catalana como entrantes. Ambos platos, excelentes.
de segundo plato, un atún a la plancha, vuelta y vuelta, con escalibada. En su punto.
Y un cogote de merluza, quizas lo mas flojo.

De postre, una coca de Llavaneras con crema. Espectacular.

En resumen, una excelente cocina con muy buen producto. No espereís encontrar mas sorpresas.

Para beber, escogimos un Marques de Riscal verdejo. Bien de temperatura. A 16 €.
El coperío, del de antes de la guerra.

Tienen un comedor para fumadores.