Se trata de una tienda de platos preparados, charcutería y vinos que en la parte superior tiene un altillo con 6-7 mesas en las que sirven comidas (sólo mediodías). La carta es bastante amplia y la componen platos de cocina casera. Las mesas son correctas, no muy grandes, copas correctas de buen tamaño. Lo mejor es dejarse aconsejar por Santi, el propietario y también por su hija Montse, sobretodo en lo referente a vinos, que por algo fue "Nariz de Oro" 2011, nosotros así lo hicimos tanto con los entrantes, al centro, como con un mini-maridaje de vinos que nos propusieron.
Para dos personas, tomamos:
-De aperitivo, unos chips de piel de bacalao, saladitos y gustosos, para ir abriendo boca.
-Entrantes a compartir: piminetos del piquillo, rellenos de atun y con un sofrito de de cebollita y un surtido de ensaladillas (de patata, de pasta y de legumbres). Los dos platillos muy sabrosos, acompañados de un vino blanco catalan que no recuerdo, pero que acompañaba muy bien. De este vino, dos copas por persona. Como último entrante, croquetas de butifarra de breda y buñuelos de bacalao, ricos ricos, ambos cremosos y con un rebozado crujiente y nada graso. Para acompañarlo, entramos ya con el vino tinto, capçanes Mas Collet de Montsant, que tambien nos acompañó con los segundos
- Ternasco con patatas para mi (tierno, excelente) y bacalao con samfaina. Hay que decir que en esta casa el bacalao lo bordan y lo preparan de diferentes maneras.
- Antes del postre nos sirvieron un queso San Marcelain, perfctamente afinado, con sus tostaditas y acompañado por un blanco de Alella, Ivori, que no conocía, complejo y bastante afrutado que casó perfectamente.
- De postre, helado de chocolate (quizás lo más flojo de la comida).
- Cafés y para rematar un par de whiskis de malta con hielo.
En general, la materia prima es de primera calidad y las preparaciones siguiendo las recetas tradicionales, sin complejidades ni sofisticaciones, cocina sabrosa y de casa. Salimos muy satisfechos.
En cuanto al vino, tomamos 2 generosas copas de cada uno de los 3 servidos, o sea 6 copas por persona.
El precio total fue de 118€, una buena RCP en mi opinión por lo comido y bebido. Volveremos.
Me ha desconcertado la baja puntuación de "La cuina del Guinardó" en este foro, así que procuraré corregirlo en la medida de lo posible.
Tal como indican en el comentario anterior (de hace ya diez años), es un local minúsculo que combina bodega, tienda delicatessen, restaurante y platos para llevar.
Las tres o cuatro veces que he ido he salido satisfecho tanto por el trato como por la comida y el precio pagado. Los platos son esencialmente de temporada, cocina catalana (habas, fricandó, cabrit al forn, setas) y la carta de vinos es concisa pero seleccionada con criterio, buen gusto y precio más que razonable (sirva como ejemplo un Furvus de Vinyes Domènech por 18€), no en balde la hija de Santi Velasco y sumiller Montse Velasco fue Nariz de Oro en el 2011.
El precio por persona indicado no incluye el vino.
Está en el barrio del Guinardó. Es una tienda gastronómica (vinos, champagnes, cavas, platos preparados, delicatessen) con un pequeño restaurante en la planta superior, donde Santi Velasco y su esposa hacen una exquisita cocina de mercado. La carta es corta pero exquisita. Buena relación de vinos. Tiene muy pocas mesas; es aconsejable reservar.