La huerta de (la otra) Tudela

A escasos 15 kms por autovía de Valladolid, se encuentra Tudela de Duero, pueblo afamado por su huerta, aunque fuera de la provincia no tanto como su homónima del Ebro, y en especial por sus espárragos.
Uno de los mejores sitios para degustarlos es el mesón 2.39, en el centro del pueblo. El acceso es peculiar, ya que parece un portal y se comparte con un pub, pero el interior es muy agradable. No es un “mesón” en el sentido que tradicionalmente se tiene por tal.
Mesas amplias y bien vestidas. Lleno el domingo a mediodía. Ambiente familiar. Muy buen pan de Valladolid.
Para dos personas, pedimos 4 raciones para compartir:
- Espárragos blancos (8,50 €): media docena de espárragos simplemente cocidos, para que tú les añadas la sal y el aceite que te apetezca. Buenísimos, los mejores espárragos que un servidor ha probado. Gran sabor y textura deliciosa: se deshacen en la boca.
- Garbanzos salteados (8 €). También muy buenos y suaves. Hasta aquí no nos hicieron falta los dientes.
- Guisantes con jamón y huevo escalfado (15 €). Tenía mejor recuerdo de este plato de la anterior vez que acudí. En esta ocasión un poco decepcionantes. Quizás, como apuntaba el comentario anterior, por exceso de cocción.
- Como no sólo de verdura vive el hombre, plato de chuletillas de lechazo. Aquí discrepo del anterior comentario porque sí nos parecieron muy jugosas y en su punto, además de acompañadas de unas muy ricas patatas paja. La principal pega es el tamaño de la ración, bastante justito, ya que entran tan sólo 5 chuletillas por 17,50 €. Por aquello de no que no nos peleáramos, nos pusieron 6 pero cobrándonos los rigurosos 3,50 € más por ella, es decir, 21 € por 6 chuletillas.
De postre un estupendo helado casero de piñón (4,20 €) elegido de entre una apetecible variedad: regaliz, toffe, Px... Café de puchero e invitación a chupito.
Como inmediatamente había que volver a coger el coche, no hubo posibilidad de vino, aunque creo recordar de la anterior ocasión que si bien la carta es escasa tienen precios bastante ajustados. Hubo que conformarse, pues, con agua y una cerveza.
Servicio muy amable y cordial, pero algo desbordado, ya que tardaron algo más de media hora en tomarnos notar y toda la comida se extendió hasta las 2 horas y media.
En resumen, muy buen producto, lugar y servicio agradable, pero quizás algo subidillo de precio.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar