Sin duda la cocina es muy buena. Pero es una pena que no tengan personal cualificado para el servicio de mesa. Lentos y despistados.
Recomiendo los hojaldres de calabacín, son fantásticos.
Abstenerse con niños pequeños, no es un restaurante para familias. Lástima. Es sin duda para parejas sin prisa.
Destacar la gran cocinera que tienen, se nota que ama la cocina.
Fuí hace unos meses y nos tomamos unos entrantes (croquetas de pollo, crijientes de calabacín...) y de plato principal una paella de verduras, sencillamente magistral.
En función de lso comensales peude que a veces el servicio sea un poco lento y descompasado, pero se puede tolerar debido a la buena cocina que realizan.
Con la única referencia obtenida a través de "verema" nos decidimos por descubrir un nuevo restaurante con terraza en el que disfrutar, en compañía de amigos, de una agradable velada.
El acceso no está todo lo bien señalizado que un neófito de la zona desease, pero con interés y la referencia que aporta su web, "todos los caminos llevan a Roma".
Ya en La Jara, el lugar nos sorprendió gratamente, encontrando una amplia y confortable terraja alrededor de una piscina y un correcto hilo musical con el que crear la atmósfera propicia en la que ser sorprendidos por su recetas.
Comenzamos con una selección de entrantes formada por unas excelentes croquetas de pollo cocinadas en una suave bechamel aderezada con un elegante toque de aceite de trufa, un revuelto de morcilla perfectamente cocinado y unos crujientes de calabacín cuya textura y matices nos deleitaron. Francamente unos muy buenos aperitivos con los que dar entrada a unos entrecots de buey, bien cocinados, un solomillo ibérico, sin aspamientos y unas carrilleras correctamente aderezadas con hiervas aromáticas y perfectamente cocinadas. Éstas eclipsaron el resto de segundos platos comentados¡¡¡
Terminamos nuestra cena, con una selección de postres de los que resalto el sorbete de limón y albahaca.
Acompañamos la cena con una botella de Maduresa, renombrado vino valenciano. En esta ocasión no me llegó a sorprender como en sus orígenes, hace unos años.
Bonita y amplia finca entre naranjos, como a 2 kms de Bétera dirección Náquera, decorada de estilo rústico con minimalismo. Agradables porches frente a la piscina en los que distribuyen las mesas holgadamente.
Cocina casera, mediterránea, con un toque moderno. Pocas referencias, trabajadas con honestidad y buen gusto.
Por el día triunfan los arroces (en este apartada sí que hay una gran oferta de variedad de los mismos). Por la noche, la carta y dos menús degustación.
Tomamos de aperitivo unos Montaditos de Rilettes y posteriormente atacamos el "Menú La Jara":
•Croquetas: deliciosas, crujientes por fuera y cremosas por dentro, redondas, finas y elegantes. De gallina y aceite de trufa.
•Hojaldre de calabacín y queso de cabra. Alargaditos con un buen contraste de texturas y sabores.
•Revuelto de morcilla con piñones, cubierto con puerro hilado frito que mejoraba sustancialmente el plato.
•Merluza con salsa de cangrejos. No era una gran merluza pero estaba cocinada muy, muy bien. La otra opción del menú, como plato principal, era Entrecotte.
•De postre, Crema helada de naranja.
Carta de vinos muy cortita (solo 3 blancos), servido en buenas copas y tratado discretamente. Tomamos Palacio de Bornos y Bilogía.
Servicio cercano, amable y familiar. En cocina la madre y en sala el hijo.
Para repetir, recomendable por la noche, tendremos que ir a mediodía a probar los arroces.
Gran descubrimiento gatronomico entre las masias y naranjos de Bétera.
Ayer fuimos a comer por recomendación y nos sorprendió gratamente esta nueva masia- restaurante regentada por la familia. Todo casero, bien servido, muy tranquilo y preparado con mucho cariño. Fuimos dos personas y nos decidimos por unas croquetas La Jara de merluza buenisimas y caseras(5 €), unos hojaldres de calabacin y queso de cabra muy sabrosos(3€ ud.).De segundo, y de entre la extensa gama de arroces que hay en la carta,nos decantamos por un arroz meloso de atún y espárragos exquisito y en su punto(12€pax). De postre nos recomendaron un Brownie casero muy bueno con chocolate caliente y con bastantes nueces(4€). Todo esto lo acompañamos con un verdejo de Rueda que no recuerdo el nombre, aunque la carta de vinos era un poco corta.Copas Schott Zwiesel y vajilla correcta.
En fin, un restaurante nuevo y muy recomendable para disfrutar en plena naturaleza en el que te sientes como en tu propia casa.
Muy buena RCP. Volveremos en breve a probar otros platos de la carta que nos quedaron pendientes.