Navarra es tierra de buena tradición culinaria, por eso no es extraño que en el incipiente Centro de Arte de Huarte aparezca también un restaurante de "autor". Y cuando digo de autor es porque aquí sí que se puede ver algo de creación. Ante una cocina mimética en la que la inmensa mayoría se mueve por modas y convenciones, que haya alguien que se atreve a trazar su propio camino, es bienvenido.
Pues bien, todos los platos de la carta fresca de este restaurante son recomendables. Yo aconsejaría seguir el ritmo de su menú degustación y dejarse llevar por las recomendaciones del "maître".
La bodega de este restaurante es audaz y bien fundamentada en vinos navarros y segura en vinos de más allá.
Algo a añadir como una cualidad más es la sorprendente versatilidad de este restaurante, que tanto ofrece restauración en mesa, como también tapas y pinchos en la zona oportuna, menú del día a precio muy asequible (20€) durante la semana.
En fin, una recomendación en firme sobre el camino de Santiago que atraviesa Huarte, a escasos kilómetros de Pamplona.
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