Local de los típicos en la villa marinera de San Vicente de la Barquera, de los que se agolpan a derecha e izquierda en la antigua carretera nacional entre los dos puentes, casi al final, a la derecha justo antes de llegar al segundo puente en sentido Santander-Oviedo.

Lugar sin pretensiones, con tres posibilidades de comer, ante la barra, en un comedor interior y en una terraza completamente exterior orientada a la zona de la ría.

Aunque tiene posibilidades de cocina de platos de pescados extractivos, veo que casi todo el mundo se decide por picoteo y cocina de tapas.

Tres comensales nos acomodamos en le comedor interior, con mesas ligeramente juntas y manteles de tela y un sobre mantel de un material que quiere simular la tela, al igual que las servilletas.

Carta de vino bastante básica pero es de destacar varios vinos blancos (albariños, verdejos etc.) y que se cambian las copas al pedir un verdejo José pariente 2009 (13 euros).

En plan de compartir, pedimos:
- Rabas: normales.
- Cigalitas a la planchas; buen punto, algo pequeñas pero sabrosas.
- Calamares a la plancha: bien en sabor.
- Almejas a la marinera: muy buenas en tamaños y sabor.
- Pulpo a la brasa: presentación mediocre pero con buena textura y con una salsa acompañante tipo Ali-olí buena.
- Sardinas a la plancha: lo mejor a pesar de ser lo más simple.

Agua tres cafés y 3 helados de esos sintéticos completaros la mesa.

Se puede pedir lo que se puede, pero tienen buena materia prima, en un lugar que en plan informal, no se echa en falta muchos formulismos y sobre todo las chicas que atienden las mesas son todo voluntad y simpatía, aunque no son de academia.

Otro detalle, es que a pesar del gran numero de opciones, es el unico que estaba lleno y doblando mesas.