Local que engaña

En un local que mas parece una cafetería-bar de barrio que un restaurante, la cocina, atenciones y el cuidado del vino superan con mucho su aspecto.
Acudimos a comer un lunes pasadas las 14,30 y "sin avisar", atraídos por los comentarios de esta sección y no nos defraudó lo mas mínimo.
Guiados por las sugerencias de Juan Luis (atentísimo en todo momento) y señora, tomamos para compartir una tapita de jamón, unas croquetas de chipirón en su tinta (muy buenas y con el chipirón "reconocible"), un salteado de setas al aceite de trufa negra (rico), una carne a la plancha "al punto" (lomo alto bien de punto) troceada y una selección de quesos ("suaves" por indicación de uno de los comensales) a la que nos añadió el tan comentado pecorino trufado (un aroma a trufa realmente espectacular).
Un espectacular xarello-parellada 05 de Caus Lubis (29 €) sugerido por Juan Luis realmente rico y diferente, otra de Viñas de Gaín 07 (algo mas "normal" que el blanco,por 26 €), agua, una cerveza y dos cafes, todo por 114 € (lo que hace que lo que comimos salga realmente muy barato), lo que me pareció una muy buena RCP (pongo el precio sin vino).
La carta impresa de tintos algo floja aunque bien seleccionada, creo que la selección de blancos y espumosos la supera (aunque no figuren todos en ella).
Para repetir con mas tiempo y avisándoles de antemano.