Cena para 2 en este bistro con tanta historia. Entorno acogedor, aunque con poca luz. Servicio aceptable sin más, mesas pequeñas y juntas (clásico en París).
Comida buena, sin platos sobresalientes; Salmón marinado (bueno), Osobuco (aceptable), Pato (muy bien preparado, lo mejor para mí), creme brulee (rica) y mousse de chocolate (normal). Para beber una copa de champán (11.50 euros), botella de agua con gas y media botella de un Borgoña AOC 2008 Domaine Daniel-Etienne Defaix (22 euros) que acompañó bien. Total: 108 euros. Recomendable.

Coincido con 'rafelia' en cuanto a lo encantador del restaurante. Ambiente antiguo y un tanto lúgrube que le da un toque de íntimo y romántico. En lo demás me acerco más a pensar como 'francescf'. Establecimiento encarado a público francés y americano (este último sobretodo). Trato distante. No preguntaron preferencias a la hora de ubicarnos en una mesa o en otra aunque el local estaba a media ocupación.
Formula Menú a 28,50€ aprox. por cabeza, bebida aparte. Comida bien elaborada y sabrosa (excepto el tártar de tomate, un poco insulso), el confit de pato y la 'boeuf bourguignon' muy buenos. Postres buenos. Arroz con leche caramelizado (muy conseguido) y 'Ile Flottante en transparence, amandes torrifiées, verrine de caramel' (normalito). Dos cafés. Vino, un tinto del Valle del Loira cuyo nombre no recurdo servido a buena temperatura aunque no destacable(25€).

Pequeño restaurante cercano a La Sorbone, con una decoración propia de un brocanteur. Mesas pequeñas y muy juntas. Iluminación muy escasa. Vajilla, cubertería, cristalería,... correctas. Servicio distante. A pesar de haber sólo 3 mesas ocupadas, nos incrustaron en una mesa junto a unos estadounidenses.

Tomamos:
Carpaccio de salmón marinado con aceite de avellana y "quenelle" de crema montada al limón verde - Bien
Suprema de abadejo, tallarines frescos con albahaca y crema de tomate con avellanas - Bien el pescado. Los tallarines y la crema de tomate, insípidos.

Una copa de gamay de 2005 y un agua de litro completaron el almuerzo.

No me convenció nada. Entre la entrada "lateral" y la falta de iluminación, parecía el escenario de un película de terror.

Encuentro recomendaciones de este restaurante en un foro de gastronomía francés... algún parisino hable del Rest. con más encanto de la ciudad... Descubro q está a 5min de nuestro hotel, en el Barrio Latino.
Les escribimos un mail. No tienen mesa para ninguno de los 5 días q vamos a estar en Paris, a 1mes vista. Unos días antes nos escriben, tenemos una mesita el jueves por la noche.
El Rest. ocupa las antiguas estancias de una antiquísima casa parisina cerca de la Sorbonne. Cada una de ellas decorada con un encanto y una magia especial. Tenemos una mesita en el salón de la chimenea (recomiendo ver la web, su historia y fotos). El Rest. está hasta los topes... franceses y 2 mesas de japoneses.
Elegimos la "fórmula" de entrante+ plato+ postre por 28'50e.

Entrantes: Carpaccio de saumon marinés à l'huile de noisette, quenelle de crème montée au citron vert y Tartare de tomates aux queues d'écrevisses, chantilly légère au “wasabi”, cordon de vinaigre à la pulpe de poivrons et au piment d’espelette.
Platos: Cuisse de Canard Confite, Pommes Grenailles Façon Grand Mère y Bœuf Bourguignon aux Gnocchis frais (Champignons de Paris, Lardons de Canard Fumés).

Presenación, materia prima y ejecución IMPRESIONANTE!!! jamás esperábamos un resultando de tanto nivel... ese Boeuf (calentito, energético, ya q estábamos a -7ºC), inolvidable!!!

Postres: Crème brûlée à la vanille de bourbon y Tiramisu à la framboise et aux éclats de spéculos. Fué LO MEJOR!!! un final de fiesta alucinante!!!

Bebimos un Chateau Le Puy 04 a 23e. Buena temperatura y copas correctas.

Para repetir y aconsejar una y mil veces!!!