No me hacen demasiada gracia los restaurantes de los que sales emanando el aroma de lo que has comido, pero suele pasar en los que la brasa es protagonista.
Muchos comentarios he leído yo de este sitio. Incluso un día intenté llegar pero terminé en uno con nombre parecido.
No es fácil encontrarlo y menos de noche pero ya con una idea bastante bien hecha, allí que nos presentamos casi a la primera. Mi GPS particular que no es otro que preguntar a los vecinos de la zona, consigue llevarme de nuevo a buen puerto.
En verano y con una noche agradable tiene que dar gusto cenar en sus mesas de cervecera, con buenas vistas. Así el humo y los olores de esas estupendas carnes estará más disimulado que en el interior.
El lugar engaña un tanto pues visto el exterior te imaginas un local más rústico pero el comedor es moderno. Mesas enormes, incluso las de dos pero hoy, aunque no estaba precisamente vacío, nos dejan elegir. Asi que nos sentamos en una tamaño seis comensales. Un “pequeño campo de fútbol” parecía.
Teníamos clarísimo que el plato principal era la txuleta, cuya fama le precede, así que tras un pequeño vistazo a su no demasiado extensa carta, nos decidimos por algo suave para comenzar.
Ensalada de antxoas y pimientos rojos asados.
Bien bañana en buen aceite, con una cebolla picada de acompañante, buenas antxoas y buenos pimientos.
No tiene demasiado misterio el plato pero buena calidad del producto que lo hacen muy apetecible.
Dos pequeñas txapatas de pan, correctas, nos permiten “limpiar” el plato como es menester.
La carta de vinos es mediana, con suficiente variedad pero al ver un txakoli al que le tengo ganas, no me lo pienso dos veces:
El G22 de Gorka Izagirre. Txakoli creado en el complejo del restaurante Azurmendi. Es ahora mismo la mayor apuesta de la bodega y me ha encantado. Pera, manzana….. muy fresco. Entrada agradable y muy buena acidez. Cada día que pasa descubre que vamos por el buen camino con el txakoli. Cada día dejo de pensar que en breve, cosecharemos los triunfos tan merecidos. Un buen vino blanco. Servido en copas correctas y aunque nos traen una cubitera, la temperatura a la que llega a la mesa es más que suficiente para no necesitarla.
Una de las pegas de este local es el sistema de extracción de humos. Prácticamente todos los comensales vienen a lo mismo, a meterse una señora txuleta entre pecho y espalda y el ambiente es demasiado oloroso y “ahumado”. Es una buena manera de echar a lavar esa camisa que ya te has puesto 3 veces.
Buena ración de patatas fritas acompañan a la txuleta. Cortadas como a mi me gusta, en tacos, lo que hace que su temperatura no baje con tanta facilidad.
Te dan a elegir el peso y antes las propuestas, una de kilo cien más o menos he pedido y la verdad es que pequeña no parece precisamente. Riquísima la carne pero rica de ganas.
Presentada en una pequeña parrila con suficientes brasas como para mantener su temperatura sobradamente e incluso, si así lo prefieres, dejar la carne mucho más hecha. Además me suele gustar dejar un trozo para que se haga un poco más y comerlo al final con ese sabor ya marcado a tope de la brasa.
Todo sin desperdicios. Carne excelente y la grasa no se queda atrás, está claro que esa fama no es infundada. Y por lo que veo a mi alrededor aquí todo el mundo sabe a lo que viene.
El servicio es correcto, incluso simpático en algunos casos, cambio de platos y cubiertos con cada plato degustado.
Como siempre, sobra vino, así que pregunto si tienen algo de queso. Doy por sentado que en un local de estas características la respuesta va a ser afirmativa y efectivamente lo es. Media ración generosa de un Idiazábal que en cuanto lo ponen delante de mí, por ese olor que emana, me doy cuenta de que no va a estar malo.
Buen queso, bien rico, acompañado de unas nueces bañadas en miel.
Como lo dulce tampoco desagrada precisamente, pedimos un fluido de chocolate, sobre una crema de natillas. Pues de nuevo sorpresa agradable, muy bien logrado y con buen baño de buen chocolate.
Dos correctos “cortaos” y de nuevo la pena de no poder degustar un vino de postre, curiosamente es otra de las cosas que me han sorprendido, tienen oferta de ellos y además más de uno de mi agrado. Voy a tener que contratar un chófer en ocasiones especiales.
Pues desde luego que la sorpresa ha sido muy agradable y aunque imagino que el ambiente en esas noches de verano será quizás demasiado “ruidoso” , creo que merecerá la pena vivir la experiencia.
La comida en general no merece la nota pero como la txuleta es de 9 y no puedo hacerlo de otro modo, allá va mi 8,5. Un 7 se queda corto.
Con fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/
No me hacen demasiada gracia los restaurantes de los que sales emanando el aroma de lo que has comido, pero suele pasar en los que la brasa es protagonista.
El problema más grave son los perros. Luego no te los quitan de encima ni a patadas. :-)
Hola compi, nada más ver que habías colgado la crónica del Txakoli Simón, me ha venido a la memoria la experiencia que tuviste el pasado mes de septiembre en el otro Txakoli :-)) de hecho me la he vuelto a leer y vaya risas ja,ja,ja.
Hay que reconocer que el Txakoli Simon está bien escondido...yo estuve hace año y medio y lo encontré porque ya sabía dónde estaba, si no puede ser cuestión de perderse con el coche media hora por lo menos o de equivocase de restaurante y pagar como un "Rey"...ja,ja,ja.
Me alegro que hayas disfrutado de su carne, es un valor seguro. Eso sí, como bien dices se crea tal humareda que el amigo Jero puede escribir un libro con señales de humo :-))
Yo probé la zona exterior y es muuucho más aconsejable para disfrutar del chuletón.
Enhorabuena por el comentario y por el post, siempre disfruto de ambos.
Un abrazo.
Hola compañero, igual te puedo aclarar algo...Txakoli Simon y Asador Artetxe en un principio no tienen nada que ver, de hecho se encuentran bastante alejados el uno del otro.
El asador Artetxe (como bien dices situado en el Alto de Artxanda) está relacionado con otro restaurante, que es el Txakoli Berriz; ambos están uno en frente del otro, junto a las pistas de conducción donde creo que todavía se realiza algún examen de autoescuela.
Hace 4 años aprox. Basilio regentaba el Asador Artetxe, pero dejó el asador y comenzó su proyecto en el Txakoli Berriz (curiosamente la primera crónica que metí en verema fue de este último local y la semana que viene meteré otra crónica)
Yo he estado en Txakolí Simon (el que ha colgado Gasti) y en Txakoli Berriz, y ambos merecen la pena y mucho por su txuleton. Del Asador Artetxe, desde que lo dejó Basilio, no sé nada. Creo que lo ha cogido gente nueva y a día de hoy no lo he visitado.
Espero no haberte liado mucho intentando aclararte el tema.
Un saludo.
Muchas gracias por tu explicación. Para aclararme del todo tendré que ir a dar una vuelta por allí.
Antes iba con más frecuencia, y ya va tocando...
Saludos
Sabes que por aquí siempre eres bienvenido ;-)
Si vienes y necesitas alguna aclaración no dudes en ponerte en contacto conmigo.
Un saludo.
Muchas gracias, pero si voy si que me gustaría conoceros en persona.
Saludos
El deseo en mutuo compañero :-)
Cuando sepas cuándo vas a venir, me avisas por favor con un privado para organizarme y todo lo demás está hecho ;-)
Cqada vez te veo en una cocina más clásica, poco vanguardista; la cabra tira al monte??? :-)
Mareeeee, si pareces Don Limpio con los platos!! Ni Mistol ni leches, dale al Gasti un cacho de pan y te lo limpia tó!
A seguir disfrutando! Y si es con txuleta... bendito manjar!
En este caso más que la cabra es el macho. Eso me lo dice un tío que come paellas? :-)
Ahora que lo pienso, igual el comentario de Isaac anterior va por ti...... algo de que la cabra tira......
son paellas de autor....:-)
Sitio a tener en cuenta! Aunque yo, personalmente, prefiero quedarme un poco mas atras y comer en el Kate (hace nada he vuelto a estar..).
Tengo algunos episodios pasados que deberia contar, pero es que no tengo tiempo material! A ver si me animo un dia y cuento las ultimas tres vivencias, que parece me hayan cortado el grifo y no salga de casa!
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