Lo primero es que voy a explicar el parentesis: el hotel es MUY recomendable (zona chill-out espectacular, vistas increibles, habitaciones acorde con lo anterior...) y el restaurante es, sin duda, recomendable. Estuvimos 2 días en este hotel...
La única opción de cena (al menos eso nos dijeron al llegar) es un menú cerrado que si bien está francamente bién no hace que el termino "hotel gastronómico" sea lo que esperas.
Tengo una sensación encontrada, si bien las dos cenas fueron francamente buenas el hecho de no poder elegir y de ser menus bastante predecibles, hace que te quedes con la sensación de no haber aprovechado las opciones que tenía el lugar...
¿las cenas? cada día un entrante (ambos correctos, la coca del primer día memorable), un pescado (el trato de la merluza del segundo día me hace estar agradecido al lugar y que la nota sea mayor de no haber "levitado" probando este plato) y una carne (el entrecot del primer día sin gracia y el confit bastante insulso) por último un postre que el segundo día fué un postel de plátano que no nos dijo nada y el primer día un postre (que no recuerdo el nombre) hecho con pasta brie y crema que estabe muy muy bueno.
El vino del primer día fue el primer día un heraví crianza muy bueno y el segundo día un Semele que, reconozco, no fué el apropiado estando donde estabamos, pero aún así es que me gusta mucho.
Lo dicho, me habría encantado poder haber optado de las opciones que anunciaban en internet de las 2 opiones de menú, ya que creo que podría haber disfrutado aún más.
Aún así, lo dicho, el hotel es espectacular y el restaurante recomendable.