El dueño es medio español y medio francés. Posee estudios de enología que unidos a su típico acento francés, le confieren cierta evocación en el trato. Tras un par de conversaciones con él, denotas su entusiasmo, así como, que su predilección y existencias se decantan hacia los borgoñas, aunque puedes encontrar referencias de todo el país.
El servicio y cuidado del vino es exquisito. La única pena es que el local es muy pequeño, aunque muy bien situado.

Estoy dando un curso de somelier en la UGT de Elche y dos de mis alumnos me han comentado que había un sitio de vinos franceses el lado de la glorieta. Al terminar,me ha acercado para comprobarlo y está muy bien. Pone vinos franceses por copas y patés, quesos, etc.

Hemos tomado un Chateauneuf du Pape (cinco copas), un Borgoña Blanco (cinco copas), Margaux (tres copas), otro dulce (tres copas), queso, paté de ciervo ,me he llevado una botella de Savigny les Beaune (vielles vignes) y otra de Viré Clessé por 60 eurso.

Es una nueva opción en Elche para tomar vino francés y comprar alguna botella.