El Pigot es la historia de la resistencia en un pequeño pueblo de las montañas del Montsant, en el interior de Tarragona. Visitado por mi cuando era un adolescente, hoy el hij de Josep Salvadó es un perfecto anfitrión, en su rústico pero acogedorísimo restaurant. No sé si decir que mejor que esté tan aislado de todo. Ello le permite no masificarse. Pero tambien debo pensar en que es un negocio.
Nada mas llegar, olivas arbequinas, unas patatitas y un porrón de vino negro de los de la zona. Recio. Pido una coquita con calçots y salvitjada, de presentación y gusto excelentes, acompañada por un poco de escarola con sus olivas (recuerda al xató). qué inteligencia de plato, totalmente hivernal (7). Pero el civet de liebre, es simplemente sensacional (9). Vayan y pruébenlo. En la mesa llega media perdiz con envoltorio de col, unas magníficas costillas de cordero en su punto, un surtido de seis quesos, todos ellos ligados al mundo de la montaña y la subsistencia difícil...Los postres: dos castañas embebidas en vodka. Sensacionales. Regamos el tema con un Selenita 2008, garnacha, con algo de Syrah y CSauv, que complementa a la perfección. Con 6 meses de madera está de rechupete. Cafes y ratafia Russet, Jack Daniels,...
De verdad, aguantad!! El tiempo y nosotros os apoyaremos...