Restaurante La Cueva en Alar del Rey
Restaurante La Cueva
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
32 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
5.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.5
Opiniones de La Cueva
OPINIONES
4

Cuando era pequeño, paraba con mis padres, y cuando mi madre era pequeña también lo hacía con los suyos. Hasta hace poco, el local mantenía la misma decoración. Hará unos tres o cuatro años que lo han reformado, y ya ha abandonado ese estilo de restaurante de carretera.
La comida sigue como siempre; alimentos de temporada preparados de forma tradicional. Estupenda la menestra, los espárragos y las alcachofas, y durante el corto tiempo que duran, sublimes los guisantes estofados y los cangrejos de río. Riquísimas las croquetas, frescos los pescados y excelsos los chuletones. De postre torrija, arroz con leche y un flan del que presumen, por no tener ningún agujero. He visto a mi padre comerse dos o tres, aunque de eso han pasado años, de hecho ya no toma ninguno por miedo al colesterol. La carta de vinos está actualizada, y podemos observar algún guiño hacia marcas modernas. El otro día vi como preparaban unos estupendos gin tonics. Los tiempos cambian.
Jesús y su hermano, que ya estarán cerca de la cincuentena, eran expertos en juegos malabares y conseguían que no se les cayese ninguna botella de las manos, ante la expectación y el asombro de los comensales. Ya no se atreven con ello, pero sin embargo han logrado algo más difícil, que su restaurante sea uno de los mejores donde comer en carretera en nuestro país.

Restaurante situado en la antigua carretera general que une Cantabria con Palencia.
A primera vista el sitio no invita mucho a entrar, la entrada da a una barra de bar con muchos años detras suyo, en cambio el comedor tiene pinta de haber sido reformado recientemente con cierto aire moderno, casi todas las mesas ocupadas.
La atencion en sala fue muy agradable y profesional para un sitio como este.
Dos comensales a la mesa, para compartir pedimos una menestra 8.50€, buena y cecina 9€, gran racion y de muy buena calidad.
De segundos solomillo a la plancha 14€, correcto, servido en dos trozos cosa que no me gusta y carrilleras guisadas con salsa de PX 16€, racion muy generosa, la carne pura mantequilla y la salsa para mojar, rico, rico.
De postre una torrija acompañada de helado, muy rica 6.75€.
En el apartado de vinos tienen una escueta carta con referencias a Rioja y Ribera y dos o tres vinos de otras D.O y algun que otro blanco a precios competitivos, nos decidimos por Herencia Remondo La Montesa 04 15€, servido algo fresco y en copas decentes.
Cerramos la comida con un par de cafes y chupitos invitacion de la casa.
Para volver.

Regresando de Valladolid decidimos parar en este rte. al que se puede considerar como un clásico en la ruta de Cantabria a Castilla. Decoración sencilla, servicio rápido y atento a lo que acontecía en el comedor. Eramos 3 personas, tomamos : croquetas (9,50) extaordinarias y abundantes, la bechamel muy bién trabajada y con leche como es "debido", Crema de Boletus Edulis (9,00), sabrosa y aterciopelada, un consejo:debieran añadir a la crema unos trozitos de los boletus, y Menestra de verduras (8,00), unas eran frescas y otras de lata (alcachofas), de sabor bién y buén punto de cocción, algunas de ellas rebozadas como es costumbre en Palencia. De segundos optamos por: Chuletillas (16,00), abundante ración y de tamaño correcto, eran lechales y Pimientos rellenos (11,00), abundante ración, correcto y suave relleno de carne y magnífica bechamel. Los postres son innovadores y aconsejo reservarse para degustarlos, tomamos: la Torrija (6,75) y Fresas con nata y caramelo (6,50), magníficos ambos de presentación, elaboración y montaje. Para beber Venta Mazarrón-2005 (17,00),buén vino que nos agradó gratamente, era frutal, de cuerpo y con un buén retrogusto, 2 refrescos y agua mineral. Los cafés fueron invitación de la casa, invitando a un chupito de licor, invitación que decliné pues para mí, el mejor chupito es cerrar la comida con un sorbo del vino de la misma. Es de significar que no tienen carta de vinos, aunque se aprecia la inquietud, relativa, de uno de los dueños. De entrada ofrecen Rioja y Ribera cantando dos o tres marcas de ambas D.O. y al rechazar ambas, me ofrecieron el Castilla-León que tomamos.

Ante un domingo a última hora en el día de la madre y de viaje, casi de forma imperativa acudo a comer a este local.

Gran cantidad de gente, ambiente bullicioso y con una decoración básica.

Sorpresa ante el nivel de la cocina, la cual es clásica pero perfectamente elaborada cantidades más que respetables y presentación adecuada.

Postres innovadores y me atrevo a decir que excelentes (¡que torrija¡).

Deseos evidentes de servir de forma adecuada el vino. Los dos responsables de la sala muy agradable con sensación de profesionalidad.

He pasado multitud de ocasiones por dicho lugar sin detenerme (dista 100 Km. de mi domicilio) y tengo propósito de acudir de nuevo en un día no festivo ni fin de semana.

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