Es un Restaurante diferente agradable, sillas altas pero muy comodas, buen ambiente servicio agradable sin ser pesados, pero lo mejor es el menu de degustacion y las atenciones que tienen de entrada de sirven un entrante obsequio de la casa que por cierto riquisimo sobre todo el pan de sabores de hierbas y vaninilla.A continuacion empieza el desfile de platos no sabria deciros con cual me quedo.La primera vez que fuimos entre otras cosas fueron unas piruletas que ademas de estar buenisimas eran muy divertidas de queso mozarella y tomastes cheri y todo esto caliente estaban buenisimas. Pero esta vez tenian buñolos de bacalo muy suaves, pero lo mejor las habitas con morcilla. El pato y a destacar los postres a cada cual mejor. Bueno lo mejor es que lo comprobeis vosotros mismos.
Para repetir.
Local pequeño, sillas altas aunque cómodas, mesas un poco juntas... El servicio es muy rápido y atento, la carta de vinos es extensa.
Pedimos el menú de degustación, 4 platos por persona, cafe, postre incluidos por 15 ( IVA no incl.)
Lo tenían expuesto en una mesa, con lo que evitabas sorpresas... el menú lo cambian cada dos semanas.
- buñuelos de bacalao (textura suave)
- Crujiente de calamar ( buen sabor )
- Muslo de pato ( en su punto )
- Revuelto de morcilla ( exquisito)
- Postre ( mousse de mora, galletas de avellana y sorbete de mojito)
Además te premiaban con un aperitivo antes de comenzar el menú, con unos conguitos al finalizar el postre y dos copitas de mistela tras los cafés.
Lo dicho un lugar mas que recomendable
Local coqueto , con iluminacion de velas que le hace en principio intimo. Taburetes altos , mesas amplias , poca separacion entre ellas y un ambiente que ,al llenarse, es tan ruidosos que es practicamente insoportable. Manteles y servilletas de papel, con cuberteria , vajilla y cristaleria de batalla.
la carta esta basada en platos para compartir en forma de tapas , ensaladas y carpaccios.
En general el resultado es favorable. probamos diferentes platos y yo destacaria por encima del resto , el crujiente de calamar (con muchisimo sabor y buena fritura), el rabo de toro (meloso , jugoso y potente), los huevos fritos con patatas y gulas y los canelones de pato. Mas flojos las minihamburguesas de buey (demasiado crudas y con poco sabor) y el crujiente de langostinos.
Postres caseros , pero muy flojos.
Buen cafe y panes mas bien flojos.
El servico de vino ni esta ni se le espera. Como han abierto hace poco no tenian la carta de vinos. Nos lo recitaron de palabra y , la verdad es que es sota, caballo y rey. No es una carta clasica , es una carta super clasica y muy poco variada. Por ejemplo , tan sólo hay unj blanco (como no.....Verdejo). El servicio se limita al descorche y dar a probar. No es desde luego su punto fuerte.
Muy buen servicio en la sala. Agil, diligente , amable y rapido.
No puedo hablar de RPC porque no pague yo, pero me da la sensacion que no es barato.