Restaurante a las afueras de Torrelavega con amplio aparcamiento y bonito jardin-terraza para tomar algo en verano, famoso por su parrilla de leña.
Coincidiendo con las jornadas del lechazo y el hojaldre, acudimos dos comensales entre semana. Comedor lleno, mesas demasiado juntas, servicio correcto aunque muy mecanico e impersonal.
De primero para compartir elegimos ensalada especial Refugio (9€) buena y abundante y de segundo tambien para compartir cuarto de lechazo al horno (25€) algo seco y con demasiado caldo en la bandeja.
De postre tarta de hojaldre (4.50€) yo creo que comprada en cualquiera de las pastelerias de la ciudad y tarta de queso (3.50€) de esas hechas con polvos ( las odio).
En el apartado de vinos, la carta es bastante escueta, centrada en Rioja y Ribera del Duero y cuatro o cinco vinos mas, me decido por un Hecula pero no tienen, asi que me decido por un Tilenus crianza 04 sevido correctamente.
Terminamos con dos cafes.
En conclusion, una comida sin pena ni gloria, habia comido varias veces con anterioridad con bastante mejor calidad.