Altibajos en la comida y servicio muy malo

Segunda visita al restaurante Paco Colina (P Colina en los carteles), de la aldea de Colina, en plenas marismas del Guadalquivir, entre la Puebla del Río y Aznalcazar. Lugar de decoración rustica dedicado a cocina casera y platos de caza, de localización algo complicada.

Volví tras una primera visita en la que destacó el arroz con pato, sabroso y abundante, servido en olla de barro para que la mesa se sirviese a su gusto. Buenas las croquetas y regulares las chuletitas de cordero).

En la segunda destacó el mal servicio sobre la comida, que como en la vez anterior presentó importantes diferencias entre unos platos y otros. Croquetas de espinacas con bechamel y salmorejo con espárragos muy buenos, chuletitas de venado muy malas. No preguntaron en qué punto las queríamos y vinieron muy tostadas por fuera y secas, secas por dentro. De postre... nada.

Explico lo del postre y lo del servicio. Tardanza inexplicable para tomarnos la comanda y abandono absoluto por parte del personal. Estábamos en un salón cuya puerta cerraban para evitar que se escapase el calor de las estufas de leña y parece ser que se olvidaban de que allí había gente. Durante el interminable rato que esperamos para pedir los postres el encargado echó varios troncos a la estufa y se acabó la comida. Calor insoportable imposible de reducir, por lo que literalmente huimos del local. Una pena, porque había varios postres caseros de la zona que nos hubiese gustado probar.

No tomamos vino (cerretera).

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar