Cuando me dijeron que me llevaban a comer un cocido ( en una comida de trabajo) a Don cocido, inmediatamente consulté mi guia de cabecera Verema y la verdad es que con la critica anterior me esperaba lo peor pero no podia rehusar.
Pues bien, nada que ver. LLegamos muy pronto y pudimos elegir mesa. El lugar es pequeño con pinta de taberna madrileña pulcra. En las mesas una botella del vino de la casa, que no pedimos pero que quiza hubiera sido buena eleccion ya que no hay carta de vinos y el camarero "canta" 3 riojas ( Marques de Caceres,Viña Real y Viña Salceda) y un Protos joven. Elegimos un Viña Salceda crianza a 23 € ¡¡¡ mas caro que la racion de cocido que esta a 20.. DE esto tomo nota y la proxima vez con el Rioja joven de la casa me vale...
En cuanto al cocido se presenta la sopa en sopera calentita (muy caliente) y con el punto justo de los fideos. Yo nunca tomo sopa y comi 2 platos.
A continuacion los garbanzos ( que la dueña, encantadora, nos explico que son de Fuentesauco) acompañados de repollo hervido, patata y zanahoria, al mas puro estilo de aqui. Te dejan una salsa de tomate con comino tipica madrileña que yo no eché porque no me gusta.
Por ultimo las carnes: morcillo, un jamoncito de pollo por comensal, tocino iberico, una punta de jamon por comensal, bola, morcilla de cebolla y chorizo. Salvo el chorizo que no probé, lo demas estaba excelente y buena cantidad que no acabamos.
Tengo que decir que la presentacion en las bandejas no es muy trabajada y no son cantidades tremendas como en Malacatin por lo que impresionan menos pero diré que es el cocido mejor trabajado que he tomado fuera de casa. Totalmente desgrasado, nada pesado y con un punto excelente de garbanzos y verduras. Las carnes tambien eran muy buenas a excepcion del morcillo que estaba un poquito seco.
Cafes, no postre e invitacion a chupito de hierbas.
El lugar se veia lleno de habituales comiendo cocido lo que es una buena señal. Por cierto, tambien tienen carta con otros platos.
Para repetir sin duda aunque ojala pudiera llevar el vino de casa:-)

En el centro de Madrid, es de los pocos que no te obligan a comer por turnos, con dificultades para aparcar, por lo que la opción mas adecuada es dejarlo en algunos de los aparcamiento públicos de la Zona.
En la entrada del local esta situada una pequeña barra con distintas tapas, el comedor al fondo, pequeño y un poco angosto el espacio entre mesas lo que dificulta el pasar entre ellas.
Tienen algunos otros platos, pero la estrella es el cocido, anodino y sin historia, unas soperas con sopa de fideos templadas, que al servir en el plato esta queda fría, un palto de garbanzos con un pequeño trozo de patata y otro de puerro, un pequeño montículo de repollo cocido es lo que lleva la fuente, la zanahoria paso a mejor vida.
La bandeja de carne, el morcillo seco, una morcilla de cebolla excesivamente condimentada, pequeños trozos de chorizo duros como piedras, pequeñas porciones de pollo, alguna punta de jamón sin sabor, trozos de tocino que no convocan a probarlos y bolitas de "sapitos".
Se acompaña con unas guindillas picantes y unas cebolletas frescas.
Vino de la casa, de postre un sorbete de limón al cava, cafés y unos chupitos.
El servicio escaso y desbordado por momentos.
Lo visitamos hace ya algunos años y el recuerdo de este local no era como la pésima impresión que nos dejo.
Para no volver.