Cocina india por encima de la media.

El local es pequeño, algo incómodo, las mesas están demasiado juntas y la decoración es bastante sencilla, pero tiene cierto encanto.

Además, la comida india que sirven está bastante por encima de la media de lo que suelen ofrecer estos restaurantes (tanto en la calidad de las materias primas como en la forma de cocinarlas).

Como entrantes están bien la Sabzi Pakora (verduras rebozadas en harina de garbanzos), aunque no siempre están lo crujientes que deberían. También merecen la pena las Samosas (empanadillas de verdura). Alguna vez probamos las gambas con salsa de miel y sésamo y nos gustaron menos.

Como principales se pueden pedir sus especialidades Tandoori (preparadas en ese tipo de horno). Esta vez probamos el Pahari Murgh Tikka (pinchos de pollo macerados con especias y menta), que estaban muy jugosos y francamente buenos de sabor.

Luego se puede pedir un curry, bien de pollo (merece mucho la pena el Bhuna Murgh, con un picante medio, muy sabroso). O de cordero (si gusta el picante es muy aconsejable el Gosht Vindaloo, muy potente).

Como postre, lo que más nos ha gustado en nuestras visitas son los Lassi (yogur batido), especialmente los de mango.

Para acompañar: distintos arroces (siempre basmati), muy bien de punto, y diversas modalidades de Nan (pan indio).

Cervezas indias como Cobra o Kingfisher.

Servicio muy amable, por parte del dueño, que es Pakistaní, y los camareros.

1 Sabzi Pakora, 1 Pahari Murgh Tikka, 1 Gohst Vidaloo, 2 Mango Lassi, una botella de agua, 2 cevezas indias, café y té, 84 euros.

Muy recomendable.

LO QUE MÁS NOS GUSTA
-El Gosht Vindaloo (sólo para quien le guste de verdad el picante).
-El Buhna Murhg
-Cualquiera de las especialidades Tandoori.
-La amabilidad del dueño y los camareros.

LO QUE MENOS NOS GUSTA
-Las mesas están demasiado juntas.
-En invierno, las mesas junto a la entrada pueden resultar incómodas porque entra frío al abrir la puerta.