Excelente

Un restaurante excelente.

Recomiendo el comedor de la primera planta (accesible por ascensor).

Es un comedor tranquilo, climatizado (que va genial en estos días de verano con más de 35 grados en las calles del centro de Cuenca) y con música relajante y una decoración fantásticas. Las vistas desde los ventanales al río Jucar y a toda la serranía de Cuenca son magníficas.

Tomamos el menú especial de 14.95 euros + IVA donde entraba todo excepto el café final y en el cual pedimos agua fría de Solán de Cabras como bebida. Aparte, solicité como extra una botella de vino Fontal Roble 2009. Buena RCP global.

El menú está compuesto de una buena ensalada mixta con caballa y huevo duro para compartir, pan individual (redondito, de los buenos), botella de agua bien fría que vino genial para refrescarnos después de las caminatas por Cuenca.

De primero pedí unos huevos rotos con patatas y jamón serrano. Muy rico. Mi acompañante pidió otro revuelto de hojaldre que también tenía muy buena pinta.

De segundo pedí el codillo asado en su jugo. Muy rico, abundante y con patatas a grandes trozos y ensalada de guarnición. Mi acompañante pidió una trucha bastante elaborada y muy rica también, la cual venía, cómo no, con una buena guarnición de verduras y patatas.

De postre pedimos melón de año y yo de café un solo.

Como cortesía nos pusieron al final un chupito de resolí típico de Cuenca.

El vino, como comenté, servido a su temperatura de 12-14 grados, fue un Fontal Roble 2009 6 meses en barrica, frutal, muy rico y fácil de beber, de capa media-baja y ribete rubí-cereza. Muy suave. Acompañaba pero no se imponía al sabor de ningún alimento. Buena RCP (nos pidieron 8.80 por el vino).

El precio final de todo (incluído IVA) fue de 43.96 euros (vamos, 44 euros). Es decir, a 22 euros/persona. EMHO, por el entorno, el lugar, el comedor, la música, decoración, las vistas, servicio, comida, vino y, en general, todo, ha tenido una RCP insuperable.