Restaurante Pirineos en Valencia
Restaurante Pirineos
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
27,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
43 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.6
Comida COMIDA
8.0
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.9
aperitivo
ensalada
flor de calabacin
clótxina
pulpo
mollejas
Berberechos
Tabla de queso
Rodaballo
Bacalao con trufa
Alcachofas con trufa
Mollejas
Ostra Guillardeau
Torrija con helado de horchata
Chuleta de mamet
Marinados caseros
Huevo con setas y trufa
Milhojas de foie con manzana y jamón ibérico
Caldo casero y buñuelo de bacalao
Detalle de la casa .
Torrija de horchata con helado de vainilla .
Milhojas de foie con manzana e iberico .
Opiniones de Pirineos
OPINIONES
30

Cena de trabajo en martes 19 . Todo el restaurante para nosotros ( única mesa ) . Sala no muy amplia , mesas algo juntas . Nada que quejarnos respecto a la atención , un lujo . Empezamos con claritas y detalle de la casa ( un caldito y rodaja de pan con chistorra ) . Carta cantada con mucha gracia , bastantes entrantes y carnes-pescados como principales . Elegimos para compartir : milhojas de foie con manzana e iberico ( muy bueno y servido en ración individual ) y ración de pulpo ( buena pero algo escasa ) . De principales : buey ( bueno , acompañado de unas patatas panadera que quedaban algo tristes ) y rabo de toro .
Regamos la cena con un Finca Elez ( Manuel Manzaneque ) crianza 2003 ( Tempranillo , Cabernet , Merlot ) , servido a temperatura perfecta . Servicio de vino muy bueno , buen coperio , incluido envinado de copas . Carta de vinos variada y a buen precio .
De postre nos quedamos con la torrija de horchata con helado de vainilla ( buena , pero esperaba algo mas de sabor ).
Buena RCP . Volveremos a seguir probando carta .

  • Torrija de horchata con helado de vainilla .

    Torrija de horchata con helado de vainilla .

  • Milhojas de foie con manzana e iberico .

    Milhojas de foie con manzana e iberico .

  • Detalle de la casa .

    Detalle de la casa .

Cruzar la puerta de “Pirineos” es trasladarse en el tiempo y el espacio, para entrar en una atmósfera de placeres gastronómicos.

El local es pequeño, para algunos puede ser algo “recargado” para mi cada rincón es testigo de los años, las experiencias, los recuerdos, los amigos que por ahí han pasado. Con todo, el espacio una vez sentados en la mesa, es cómodo.

Sorprende – más en éstas épocas- un sábado medio día durante el mes de julio, encontrar un restaurante LLENO, síntoma del éxito cosechado tras 25 años de dedicación hostelera, dejando objetivamente patente, el buen hacer de la casa.

La sala es atendida por la familia: Pepa (cuando las exigencias del guión así lo requieren), Tere; que pasa de los fogones a la sala para regalar la vista con su simpatía (por las mañanas previo al servicio ejecuta una escrupulosa mise en place en la cocina) y Paco; maestro en estas artes, son los encargados de hacer disfrutar al comensal.

Como aperitivo Oloroso Don Nuño de Lustau, se agradece que los generosos de calidades serias sean servidos por copas. Exquisita crema fría de espárragos y cucharita de tomate con boquerón, nos reciben como aperitivo de la casa.

Empezamos con una caballa en escabeche, finísimamente conseguida, equilibrio entre la textura, la moderación y elegancia en la utilización del vinagre, hacen que cada bocado sea una delicia. El oloroso marida espectacularmente con el escabeche. Pocos lugares en Valencia ofrecen tan amplio repertorio en esta modalidad, Pirineos ejecuta magistralmente los escabeches.

Continuamos con una docena de Ostras Girardeau, a las que no hay nada más que pedir. El Restaurante recibe un magnífico producto en el que NO intervienen, se ciñen a presentarlas con hielo pilé.

Bebimos Gonet Reserve Brut que acompañó, aunque por supuesto las ostras “pudieron” con el Champagne en longitud y en potencia.

Para terminar Merluza de pincho y un Bacalao muy sabroso, francamente destacable tanto por el punto de sal como la cocción, ambos muy cuidados, guarniciones ligeras y elaboradas, nuevamente la maestría consiste en dejar que el protagonismo se lo lleve el género.

Servicio del vino correctísimo, copas Schott, envinado, temperatura, Paco conoce en profundidad cada producto de su carta y los defiende con convicción y una pasión desbordante, contagia con su entusiasmo. La carta de vinos contempla varias zonas productivas, desde las consolidadas hasta las emergentes, amplia representación de tintos nacionales.

Los tempos perfectos a nuestro ritmo.

En definitiva el conjunto es un valor seguro para todo aquel que quiera comer magnífica materia prima.

* Interesante dato: En la tienda Tagan la Bodega (ubicada en la misma calle a dos locales) , propiedad de la familia, se sirven almuerzos/ aperitivos. Tranquilamente se puede tomar una copa de vino y unas ostras, alguno de los excelsos escabeches, un poco de foie,etc...

La otra noche estuve comiendo con mi marido en Pirineos. Nos lo habia recomendado un amigo y la verdad es que no nos defraudo. Tanto es asi que la noche siguiente repetimos la experiencia. La comida excelente, la relacion calidad precio muy buena. El unico pero es que son un poco lentos a la hora traer la cuenta. QAuizas porque ambas noches estaba lleno y hay pocos camreros.

Vivo enfrente y estaba deseando ir y no me defraudó lo más mínimo. Excelente materia prima, bien tratada y un trato inmejorable.
2 pax, comimos de entrantes los chipirones y unas riquísimas patatas a lo pobre. De principal, yo el chuletón que me hizo disfrutar enormemente tanto por la calidad como por la cantidad, mi mujer la merluza, perfecta. Precios ajustados en la carta de vinos y servicio y trato al vino inmejorable como cabía esperar de su dueño. No tomamos postre, aunque en las otras mesas se veían apetitosos, lo cierto es que el chuletón no me dejó opciones.

En fin, una opción muy recomendable para comer bien a buen precio. El trato te hace desear abrazar a todos antes de irte.

Repetimos en este restaurante atendido con amabilidad po francisco un lugar que no te defrauda pedimos de entraditas para compartir sepionet con habitas, foie con manzana ,cigalitas con ajetres y de segundos 2 paletillas de cordero muy sabrosas y 2 de merluza con gambitas y setas ,de postre leche frita con helado y bizcocho de naranja acompañado de miestelas 200 .Buena bodega, tomamos emilio clemente petit verdot muy bueno

Cena de amigos en este pequeño local de apenas 5 mesas perfectamente atendido por Francisco Olivas, todo un maestro en la materia con el que se aprende muchisimo, sobre todo en el mundo de los vinos donde es todo en estandarte.
El local como digo es reducido en tamaño pero con mesas suficientemente amplias, el entorno es algo antiguo y un tanto recargado pero le da cierto encanto.El sirvicio es rapido en mesa, estas bien equipadas con cristaleria scott y una buena cuberteria.
Entrando en materia, nos sirvieron de aperitivo un caldo de cocido y una cuchara de ensalada de marisco, los entrantes fueron, puntilla con ajos tiernos (muy sabroso), morcilla de arroz con chistorra y pimientos de padron (buena materia prima) y setas de temporada con huevo trufado (este fallo un poco en sabor).
De segundo fueron una chuleta de buey (cantidad y calidad), solomillo de novillo y rabo de toro (este ultimo lo probe y estaba muy jugoso).
De postre, flan de higo y chocolate a la naranja (correcto).
En cuanto a la carta de vinos es bastante amplia y con demasiadas referencia de 30€ en adelante, lo que "pidieron mis acompañantes" fueron un Pasamonte 05 y Desafio Mediterraneo.
Para terminar la cena Paco nos preparo magnificamente 4 Gin-tonic de Citadelle con Fever Tree (esto si, lo que pude pedirlo yo).

El local es acogedor y muy agradable con decoración clásica en madera. La atención en sala es profesional y te hace sentirte cómodo y distendido. Cocina con buena materia prima y selección diaria de algún plato de cuchara. Pedimos dos entrantes -muy buena la puntilla con ajitos tiernos- y dos segundos de pescado -riquísimo el bacalao desalado en papillote-. Muy logrados los postres caseros -buenísima la torrija-. La carta de vinos no es excesivamente extensa pero está bastante equilibrada a precios bastante razonables. El servicio del vino, copas y temperatura, muy bueno. El restaurante cuenta con una Tienda anexa donde se pueden adquirir los vinos de la carta y otros productos y accesorios.

Restaurante de corte clásico, pero que da un toque de modernidad a recetas de toda la vida.

lo mejor las materias primas. Almejas de carril estupendas. ajoarriero con película de foie curioso. Setas a la plancha de diversos tipos, también poco usual. Yo tomé pescado, rodaballo, escelentemente cocinado.
El servicio muy bueno, con camareros de toda la vida, profesionales.
El local, pequeño pero acogedor, los comensales de otras mesas no molestan.

Mención a parte merece el trato al vino. La foto en local del somelier con el creador de vinos de la altura de Mauro dice cláramente cual es su declaración de intenciones.
La carta de vinos, extensa, con referencias de todo tipo, clásicas y otras difíciles de encontrar.

el conocimiento del vino por encima del resto del servicio. Copas y servicio excelentes.

sólo un poco infladas de precio algunas referencias. Volveré por el trato.

Restaurante donde comer buenas materias primas con la minima manipulacion de las mismas.
Buen uso de la plancha y del asador.
Cocina de mercado,almejas,cigalas con ajetes,chipirones,puntilla,milhojas de foie y manzana,setas...............
Merluza,ventresca,bacalao,rodaballo,chuleton,rabo de toro,paletilla de lechal y cada dia un guiso de cuchara(los garbanzos con bacalao sensacionales).
Un pero,la racion de ventresca queda un poco corta en el plato.
Postres de toda la vida, leche frita,torrijas......
Buena bodega y profesional al frente de ella.

Este restaurante, con decoración maritima es uno de mis sitios preferidos, en parte por Paco, excelente sumilier. Una gran y variada carta con todo tipo de caldos, de cada una de las d.o. de españa. Entre sus platos el solomillo de novillo es espectacular, y atentos si ese dia tiene preparada fabada asturiana, que lleva una elaboracion de varios dias a fuego lento. Simplemente espectacular. En cuanto a los postres no se puede uno marchar sin probar su leche frita. La mejor que he probado nunca.

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