Muy satisfactoria la primera visita que hemos hecho a este restaurante.
Ibamos buscando probar el chuleton de buey que es una de nuestras debilidades. Es muy difícil encontrar un sitio en Málaga, donde no solo la carne sea de gran calidad, sino que la sepan cortar y dar el punto adecuado. En definitiva, por nuestra parte le damos el título de "Mejor Chulenton de Buey de la Ciudad" (en este caso procedente del Valle del Esla). Título que obstentaba el añorado Palo Cortado que precisamnete ocupaba el mismo local. (No se si habrá relacción entre los dos restaurantes...)
De entrada compartimos unos sorpredentes tallarines de sepia con voletus y trompetas de la muerte, en donde la sepia, gracias al corte que le dan, hace de tallarines.
De postre chocolate con churros y un tiramisú estupendo.
La parte negativa estuvo en la carta de vino, pocas referencias y agotadas la gran mayoría de ellas. Hubo serias dificultades para dar con un vino acorde con la cena y al final, nos decantamos por un tinto joven de la Rioja recomendado por la casa bastante flojo.
Nuevo restaurante en la capital malagueña, donde se encontraba antes palocortado, que a mi penar cerró con las botas puestas. Comentaré que desde la acogida hasta la salida fueron impecables, el servicio, la jefa de sala, el jefe y el chef. La reforma correcta aunque algo fría en la zona de tapas y las sillas algo duras. Cena para 2. Otra mesa más en el restaurante de algún conocido. Servicio de primera, y con tan solo 5 días de apertura y apuesta en esta capital. Aperitivos y aceite buenos. Croquetas con buen alioli. Les recomiendo no rebozarlas y si empanarlas, además de acompañarlas de escarola que es más fina que la lechuga. De sabor bueno. Las tortillitas de verduras un rebozado de 8, aquí si,si. La coliflor perfecta y la media ración con 2 es más que suficiente. Para mi será Buey, de verdad, en su punto, un 9. El puré 6.5, le faltaba algo más de cremosidad. El oil correcto y la truffa suave. Buen plato y abundante ración de buey. La presentación de la presa ibérica, para ella, fue seca, con la zanahoria sin más, ahi sola, daba pena en el plato, el calabacin de 7 y la carne de 8, pero he observado mejores presas que esta,aunque no estaba mal. El postre fue un gran colofón. Souffle de tourron, un 10. me recordó al gateaux basque del norte. Algo fuera de lo normal, una sinfonía de sabores del turrón, delicia del paladar blando y duro.
Al terminar charlamos amistosamente con los propietarios del negocio y fue un placer darse cuenta del mundo y del entendimiento que aportan al recetario por su larga experiencia en el llantar y en el mundo de la enología, como ya conocen en Granada, su tierra principal. Decir que lo maride con Julian Chivite 125 2004 del cual hice nota de cata también, auqnue la carta de vinos variará puesto que no está completa y tienen más fuera de carta, con alguna que otra sorpresa.
GLOBAL 8