Horno asar de siempre

Casi de casualidad caimos en este horno de asar, histórico de tierras burgalesas. Muy céntrico, junto al Ayuntamiento.

Comedor en sótano con ambiente de mesón castellano super-recargado de mobiliario y maderas. Mesas demasiado juntas. Aún siendo domingo, no estaba ni al 30% de su capacidad, por lo que no resultó ruidoso.

Servicio apático al máximo. Preocupante desgana en el servicio, incluido el maitre.

Carta tradicional sin complicaciones, con productos de la zona, incluyendo morcilla de Burgos y lechazo.

Comida para 3 pax:

Entrantes:
1/2 de morcilla de Burgos (estupenda)
1 ensalada de pimientos (ni fu ni fa; pensamos que eran de conserva)
1 de boletus edulis a la plancha (muy buenos)
1/2 de ancas de rana rebozadas (aceptables)

Segundos:
Un cuarto para los tres. Posiblemente uno de los peores lechazos que hemos probado. ¿Estaría preparado ya desde el día anterior?. Resultó bastante seco.

Postres:
1 de piña natural
1 de leche frita (bastante buena)

Vino:
Carta mediocre. Bastantes Riberas pero todos comerciales. Los de la Rioja mejor olvidar. Poco más. Además viendo las copas de batalla que estaban sobre la mesa y lo visto en otras mesas no animan a pedir vino. Así lo hicimos.

Sin detalles ni antes ni después de la comida.

Precio total: 87.60€ (inc. IVA, 3x1.20 de pan y servicio, 2 botellas de agua de 1l a 2.00€)